El arquero de Vélez fue el protagonista de la tarde y dijo que Boca no tiene “pasta para ser campeón”. Aumenta la tensión en el estadio. Crece el murmullo y las gargantas de los hinchas se preparan para recibir a una de las figuras excluyente de este Boca-Vélez: José Luis Chilavert. Una vez más el arquero paraguayo se adueñó de la escena y expuso su mejor repertorio dentro y fuera de la cancha. Desandaba Chilavert los cincuenta metros que lo separan desde la mitad de la cancha hasta su hábitat natural: el arco. Recibía el cariño de su gente y soportaba los insultos de la hinchada rival. Crecía la tensión cuando pisaba el área chica y acaparaba la atención de todos. Es que el arquero había amenazado durante la semana que si caía una sola bomba de estruendo dentro de la cancha, él se retiraba. La tranquilidad reinaba en el partido, pero la tarde tomaba temperatura cuando Chilavert entraba en acción y se encontraba con el defensor de Boca Jorge Bermúdez. Desde los 16 minutos de la primera etapa, los empujones y las discusiones estaban a la orden del día. Milagrosamente, los dos continuaban en la cancha. La escena era siempre la misma: caía un centro en el área de Vélez y el desenlace era Chilavert y Bermúdez forcejeando. Y claro, el final de esta historia no podía ser otra que la expulsión de ambos. Y como parte de este triste espectáculo Chilavert se retiró del campo de juego custodiado por la policía. Cuando terminó el partido y antes de dejar el estadio, habló con la radio AM 1220, que emite una de las audiciones partidaria de la institución de Liniers. El arquero arrancó con declaraciones como: “Jugar con Boca siempre es especial” o “en esta cancha muchos tienen miedo, pero hoy Vélez demostró que siempre sale a jugar de igual a igual, cualquiera sea el rival”. Pero tras esas frases disparó: “Boca no me gustó para nada. Me pareció que no es un equipo que pueda llegar a campeonar. River y San Lorenzo son más contundentes”. Después continuó con algunos conceptos sobre la violencia y todo lo que se generó en torno de este encuentro: “Además del resultado, estoy contento porque una sola persona (por él) dominó a los violentos. No tiraron ni una bomba. Esto demuestra que todo es posible y que se puede ver una partido de fútbol sin que exista la violencia”. De su expulsión y de los encontronazos con Bermúdez también habló: —José Luis, ¿qué pasó con Bermúdez en la expulsión? --Bermúdez siempre hace lo mismo. Ya conocemos todos perfectamente a las personas que van de atrás y te cabecean la nuca. Eso también lo hizo cuando nos cruzamos en el primer tiempo. Y continuó: “No sé por qué me hecha. Yo estaba muy lejos de la jugada y sólo me acerqué para agarrar a Arruabarrena. Mi intención era que no se pelearan más y que siguieron el partido sin problemas. No sé qué habrá puesto en el informe Ángel Sánchez, porque yo no estuve en ningún momento frente con Bermúdez”. Chilavert continuaba con su prédica... —¿Qué cosas hay que cambiar para terminar con la violencia? --Muchas. Pero insisto en que estoy contento porque luchando solo dominé a los violentos. No sé cómo la AFA y la agrupación de los futbolistas dicen que no se puede hacer nada, si hoy una sola persona pudo controlar a una gran masa. No cayeron ni piedras ni bombas. Salían todos los jugadores de Vélez del vestuario y el arquero paraguayo continuaba con la nota y para finalizar se acordó nuevamente del rival de ayer: “Yo digo que para la prensa Boca es candidato para salir campeón, pero para mí no tiene pasta”. Un auténtico José Luis Chilavert. Antecedentes Un duelo particular “Con Boca siempre es un partido especial. Para muchos es complicado jugar en la Bombonera, pero para mí no”, dijo José Luis Chilavert. Y es cierto. Cada vez que se enfrentó con los xeneizes dejó su sello. Veamos: ►Clausura 96, el 17-6. El Boca de Bilardo visitó al Vélez de Bianchi. Los de Liniers golearon por 5 a 1. Chilavert le señaló dos goles a Navarro Montoya y el encuentro terminó en un escándalo, tras el cual, entre otros, se fue expulsado Diego Maradona. ►Apertura 97, el 19-4. En la Bombonera, Vélez ganó por 2 a 1 con un gol de Chilavert, de penal, y otro de Morigi. La víctima de turno fue Sandro Guzmán, que atajó para el conjunto del Bambino Veira. Ese día los hinchas de Boca lo agredieron tirándole huevos duros desde La 12. ►Mercosur 98, el 4-8. Chilavert atajó para 10 puntos y fue la columna de la victoria de Vélez (1-0) en el debut de Bianchi en Boca. En el desquite, en Liniers, descalificó a Diego Cagna: “No puede ser el capitán de Boca”, dijo. El volante le contestó con un gol. ►Apertura 98, el 18-10. Boca gano 2 a 0 con tantos de Martín Palermo. Chilavert había dicho del delantero que no le tenía miedo y que “era un goleador del montón”. ►Apertura 99, el 19-9. Ganó Vélez 3 a 1, en Liniers. Chilavert se peleó con Bermúdez y también con Palermo, que se fue expulsado. DIEGO MORINI
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Diciembre 2017
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