El Paragua otra vez en el tapete: polemiza con Navarro Montoya y explica por qué quiere irse de Vélez. Pelo cortito. Barba de dos días. Saco y corbata, perse. El Paragua. Tonada guaraní. Voz firme y pesada. Dardos que se disparan. José Luis. Sonrisa detrás de la confesión. Silencio para la repregunta. Discurso claro y acaso pensado. Chi-la-vert. --¿Así que te vas, nomás? --En quince días seguramente va a haber una reunión de Vélez y los empresarios. Hay tres clubes de Brasil que me quieren: San Pablo, Corinthians y Flamengo; y además está lo de Japón, que me interesa por experiencia de vida, por su cultura milenaria y porque respetan a los mayores y a los ancianos, cosa que en Sudamérica no pasa... --Y por el dinero que pensarás ganar, seguramente... --Bueno, uno busca siempre mejorar en lo económico. --¿Vos estás forzando tu ida? --Sí, la estoy forzando. Cuando uno ya ganó todo en un club, es hora de cambiar. Lo lógico es permanecer en un equipo tres años y yo ya me pasé por cuatro meses. Además, lo mejor de Chilavert se lo di a Vélez: es cierto, es mi casa, tengo muchos amigos, pero siento que hay que respirar otros aires. --¿Cuánto vale tu pase? --No sé. Lo que sí, voy a estar presente en la reunión cuando se hable de mi transferencia. Supongo que no van a pedir lo mismo por un goleador que por un arquero, aunque uno patee tiros libres o penales, je... --Te citaron para la Copa América, ¿vas a ir? --No, les dije a los dirigentes paraguayos que no me interesaba. Tengo compromisos internacionales con Vélez y-además- no puedo integrar una Selección que no cuenta con un equipo base y no programa partidos amistosos. Me gané un prestigio y no puedo tirarlo... --No te llevás bien con la Selección... --No tuve suerte. Siempre integré equipos que tenían una semana de preparación, o a lo sumo un mes, como en las eliminatorias. No hay buena base, no hay trabajo serio, entonces las cosas no salen bien. Además, en cada convocatoria se remueve basura: que lo que gana uno, que lo que pierde otro, que los dirigentes... Soy un tipo de palabra: después de las eliminatorias dije que no volvería a la Selección y la cumplo. --¿No será que lo que sentís es que casi nunca jugaste bien para Paraguay? --Sí que jugué bien... Lo salvé de una goleada en Barranquilla contra Colombia. Me pude haber comido, sí, el gol de Medina Bello contra Argentina. Atajé muy bien contra Perú, hice un gol de penal, estuvimos a punto de clasificarnos. Lo que pasa es que seguramente ustedes no vieron esos partidos... --“Ustedes” somos los periodistas, ¿no? Tenés algunas reacciones verbales bastante duras. Trataste de deshonestos a los que no te eligieron como Olimpia de Plata... --Después de muchos años en esto, no tengo dudas de que el fútbol está muy comercializado. Lo peor que tiene este ambiente es la falsedad que lo rodea, algunos dirigentes y algunos periodistas. --Bueno, da alguna precisión... --Y... a mí siempre me hicieron fama de malo, ¿o no? El otro día, por ejemplo, leo que Morresi, en una columna de ‘Clarín’, dice que soy un mal ejemplo para los chicos. Entonces, lo único que tengo para decir es que Morresi se acerque una semana a Vélez y vea cuántos chicos vienen a verme, a pedirme autógrafos, a saludarme... Otra cosa: ¿qué hubiera pasado si en lugar de Burgos el cabezazo a Saralegui se lo hubiera dado yo? ¡¿Te imaginas?! Todavía me acuerdo de las siete fechas que me dieron después de los incidentes contra Gimnasia, en La Plata. Me la tuve que comer, porque no soy botón, pero ese día, el primero que entró al vestuario fui yo, y fue otro compañero el que pegó. Y me tuve que tragar la suspensión... --Pero José Luis, vos no sos ningún franciscano en la cancha. --Llevo 14 años en Primera División y nunca me echaron por agresión. Siempre por amarillas o por hacer tiempo. Busca en los archivos... --Hablaste de lo peor del fútbol, ¿y qué es lo mejor? --Los jugadores, por supuesto. --Hablando de jugadores, haceme un ranking de los tres mejores arqueros argentinos. --Primero Cristante, segundo Goycochea, tercero Comizzo. —No se parecen mucho a vos… --Puede que Comizzo tenga algo mío, o yo me parezca a él. --¿Sos un arquero que hace escuela? --Pienso que sí. Muchos chicos salen jugando, le pegan desde el piso... Pero no trato de ser ejemplo... --Es curioso: entre los mejores arqueros no lo pusiste a Navarro Montoya. --Vos me pediste a argentinos, él es colombiano. --Bueno, obvia ese detalle, clasifícalo... --Lo pongo en cuarto lugar. --¿Tu historia con el Mono viene por lo del Olimpia o hay algo anterior? --Yo no tengo ninguna historia, los que la inventan son los periodistas. --iOtra vez! --Y sí, algunos se molestaron porque dije que Navarro Montoya desde 1987 no ganó nada. Hay que terminar con la hipocresía. Lo que pasa es que, cuando uno habla de frente, suele tener estos problemas. --Pero convengamos que, para el hincha de fútbol, Navarro Montoya es un gran arquero, mucha gente se lamenta de no tenerlo en la Selección... --Yo digo lo que pienso, no soy demagogo, no soy una persona que me desviva por estar cerca del poder... Ni tampoco soy de esos jugadores que invitan a los periodistas a comer a su casa, mandan tarjetas de fin de año o van a cenar a un restaurante pero antes llaman a un fotógrafo... --¿Eso lo estás diciendo por Navarro Montoya? --No, lo de Navarro Montoya te lo dije hasta lo de demagogo y de estar cerca del poder. Lo otro, no... --¿Qué pasa si te llaman de Olivos invitándote a cenar? --Tendría que tener en claro las razones. No sé, depende, no me desvivo por estar cerca del Presidente. Prefiero vivir otras cosas, como la que me pasó en Mendoza, donde se me acercó un chico y en nombre de sus cuatro hermanos me pidió un balón. Yo vi la cara de ese niño cuando se fue orgulloso y feliz con la pelota... --Cuando hiciste el ranking de arqueros, ¿la posición de Goycochea en segundo lugar es por una razón estrictamente futbolística o tenés una relación especial con él? --A Goycochea lo conozco dentro de la cancha. Primero, es una excelente persona; segundo, es un muy buen arquero. Además, lo aprecio porque siempre se bancó críticas despiadadas. Cuando le hacen un gol, lo analizan desde todos los costados. Cuando le convierten a otro, ni siquiera lo repiten. Goyco es un caballero, y-gracias a Dios, tanto él como yo no necesitamos de los mediocres para ser lo que somos. --¿Sentís que en la Argentina sos un arquero querido y respetado o solo respetado? --Las dos cosas. Mira, la calle es un muestrario. Hablando mal y pronto, no son pocos los que me dicen: “Sos un hijo de tu madre, pero te quiero en mi equipo”. --¿Y eso es cierto? --¿Qué? --Que sos un hijo de tu madre. --Por supuesto: hago lo que me viene a la cabeza para ganar el partido. Te doy un ejemplo: el día que Martínez me iba a patear el penal en la cancha de Boca, agarré la pelota y la besé. Martínez hizo el gol y me devolvió el beso. Me la comí. Este es un juego de vivos... --¿Hay corrupción en nuestro fútbol? --Hay, como en toda la sociedad. --¿Y dónde se ve? --En las divisiones inferiores, por ejemplo, en la palanca que tienen algunos pibes para llegar; o en los empresarios que se hacen firmar poderes aprovechándose de los jugadores y les sacan tajadas de todos lados; o en los que resignan la prima que corresponde “en nombre del club”; o en el dinero que se va a algunas hinchadas... --¿Vos hablas porque te pasó? --De mí no sale un mango para el entrenador, para la hinchada ni para la barra brava. Además, acá, en Vélez, se los saca corriendo. --Entonces lo decís por tu época de San Lorenzo... --Algunos daban, pero otros no. --José Luis, gracias por todo. --De nada, pensé que me ibas a preguntar por quién hubiera votado si fuera argentino. --No se me ocurrió, pero decime. --Por Bordón, por supuesto. --Mira que esta nota sale después de las elecciones. --No hay problemas, yo no me arrepiento de nada. ►UNA MARCA Afuera del área, arriesgando, con la pelota al pie y el botín a punto de explotar sobre la esfera blanca, una imagen auténtica de José Luis Chilavert... “La calle es el mejor ejemplo -explica-, hay mucha gente que no me quiere, pero casi siempre agregan que les gustaría tenerme en su equipo". EI paraguayo, tómelo o déjelo. ►¿EL ADIÓS? Las manos arriba, el nuevo modelo “all black” que comienza a adoptar, el aplauso para una hinchada, la de Vélez, que lo idolatra. "Estoy forzando la salida -confiesa-, lo lógico es permanecer tres años en un club y yo ya me pasé cuatro meses". HUGO SUERTE
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Diciembre 2017
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