Entrevista Exclusiva José Luis Chilavert habló de todo con Javier Castrilli: Confesó que teme por si vida, criticó a Clarín y dijo que disfruta cuando lo insultan. por JAVIER CASTRILLI Viene a hablar con José Luis, ¿no? A mí me gustaría que la gente supiera de una vez lo buen muchacho que es, dice el gerente general de Vélez, y asegura que quiere a Chilavert como si fuera un hijo. “Le cuento una: cuando René Favaloro operó al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos. Chilavert pago todos los gastos. Tiene un corazón así de grande, pero todos lo ven como a un soberbio”, explica el hombre. Lo cierto es que al arquero el papel de bravucón le sienta bien y él se esmera por mejorarlo en cada aparición. Con Chila no hay término medio, se lo ama o se lo odia y él parece sentirse feliz con cualquiera de los dos sentimientos que provoca. “Yo caliento el ambiente y disfruto cuando me insultan porque eso quiere decir que soy importante”, se enorgullece. Los dirigentes de Vélez, mientras tanto, pasaron de la preocupación inicial al alivio. Si se confirma el fallo que lo inhabilita para jugar por 13 meses --más una condena a tres años de prisión en suspenso, por haberle pegado a un hombre en 1994--, el gobernador Eduardo Duhalde anunció que lo indultará. —¿No le preocupa pelearse con todo el mundo? --Me llevo bien con los que me respetan. Dicen que soy peleador. En la cancha peleo por mi dinero y por el dinero de mi familia. —¿Para ganar vale todo? --No se puede ser santo dentro de la cancha. Si los rivales pudieran, me pisarían la cabeza. No me importa lo que opina la sociedad. Hoy la gente es hipócrita porque antes de hablar piensa en lo que van a decir los demás. Yo no pienso en eso y digo lo que siento. Después me quieren comparar con otros jugadores extranjeros que nunca dan problemas, como Enzo Francescoli y Marcelo Salas. Claro, ¿acaso ellos se meten cuando hay que criticar la corrupción o una injusticia? No. Sólo dicen cosas para caerle bien a la gente. Yo me meto en líos porque no sigo al rebaño. Me llaman “provocador” o “sinvergüenza”. Llevo 18 años como jugador profesional y nunca me echaron de ningún lado. No debo ser tan mal tipo, entonces. Fíjense que con la fama de malo que tengo, los niños vienen igual a mí. Tal vez porque me identifican con Stallone o Terminator, que tienen caras de malos pero son los héroes. —¿Le parece que sus actitudes son un buen ejemplo para los chicos? --Los chicos saben captar que uno en el fondo no es malo, más allá de las actitudes. Cuando (Martin) Palermo se bajó los pantalones en la cancha, yo lo critique duro mientras otros dijeron que era una tontería. Mostrar el culo no es un buen ejemplo. Tampoco que dos hombres se den besos en la boca. —¿Se refiere a los que se daban Maradona y Caniggia cuando jugaban juntos en Boca? --Es que no está bien. Un chico de once o doce años está en una etapa difícil en la que puede no saber si le gusta una chica o un hombre. Si, encima, los periodistas aplauden esos besos, le generas un lío terrible. —¿Por qué cree que los periodistas lo atacan a usted y no a los demás? --Me atacan porque no les doy de comer. Hay colegas que invitan a los periodistas a sus casas y les mandan tarjetas postales. Incluso hay periodistas que cobran, que son intermediarios. En mi casa no entró nunca ningún periodista, a pesar de que siempre lo intentan. Una revista muy famosa de la farándula le ofreció a mi mujer 80 mil dólares para que les contara la intimidad de Chilavert, y mi mujer dijo que no. Lo que yo logré fue por mí sacrificio, no gracias a la prensa. Si la prensa hoy pudiera destruirme, lo haría. —¿Se sintió bien la semana pasada, después de amenazar a dos fotógrafos diciéndoles que les iba a pasar “lo mismo que a Cabezas”? --Que quede claro que yo no amenacé a nadie. Fue una broma que hizo un compañero mío. Una broma de muy mal gusto, muy pesada, pero como no soy un delator, no voy a decir quién fue. Es un muchacho que cuando vamos en la combi les grita cosas a los policías y después cierra la ventanilla. Yo lo reté porque estaba seguro de que al otro día iban a salir a decir que había sido Chilavert. En nombre del plantel de Vélez le pido disculpas a la familia Cabezas. Con esas cosas no se juega. Yo no amenacé a nadie. Aunque hay algunos periodistas que son muy pesados. —¿Qué le hacen? --Me faltan el respeto, me provocan. Cuando se conoció que me iban a inhabilitar para jugar y que me daban tres años de prisión en suspenso una periodista de Telefé, Paula Trápani, dijo: “¿Qué tenemos que perder tiempo rodeando a este negro de mierda?”. Me di vuelta, la miré y se puso toda colorada. “Tenés razón: soy negro --le dije--, pero de mierda no. Gracias a este negro venís a hacer una nota y te pagan el sueldo”. No tengo la culpa de que a un periodista le paguen 300 pesos cuando yo gano más. Que juegue al fútbol como yo. Les doy un dato: soy el único jugador que tiene un juicio con Clarín, por eso siempre me pegan palos Clarín y Olé. En el concurso que ellos armaron, El Gran DT, te cotizan y usan tu imagen y tu nombre sin permiso y sin pagarte un peso, mientras el diario gana fortunas. No, señor. Yo no quiero —¿Pero participó en algunos programas de televisión. ¿Le pagaron? --Por supuesto. ¿Acaso los periodistas no cobran por hacer lo mismo? Los días se los que participo el rating es más alto. Algunos me ven porque quieren saber “qué dice hoy este negro hijo de puta”. —Una vez escupió a un fotógrafo. ¿Le parece que tenía derecho a hacer una cosa así? --A ese periodista lo banqué seis meses. Por detrás me decía que yo era el peor de los arqueros, que era gordo, una bolsa de papas. Hasta me pegó con el micrófono en la cabeza y decía: “Le pegamos a Chilavert, ja, ja”. Cuando se quiso meter en una entrevista que me estaban haciendo se lo impedí y me dijo que era una basura. Ya me tenía cansado y no quería pegarle para no ligarme una denuncia. Entonces, junte mucha saliva y se la rocié en toda la cara. Lo hice con tantas ganas... —¿Usted disfruta cuando lo insultan? --¡Y claro! Eso significa que Chilavert es importante. —Sus compañeros deben adorarlo si las puteadas son todas para usted... --No sólo los de Vélez. Cuando jugaba con la selección paraguaya, al único que insultaban era a mí durante las eliminatorias para el Mundial de Francia. Llegué al partido con Bolivia después de una lesión y me habían dado cortisona. Estaba hinchado como el muñeco gordo de Michelin. Los periodistas y los jugadores bolivianos se burlaban de mí. Entonces declaré que nunca había visto un jugador boliviano que trascendiera. “Bolivia no existe en el fútbol”. —Pero eso no es cierto. No puede negar que hubo grandes jugadores bolivianos. --Si ya sé, pero era una forma de descomprimir. Tenía a todo el estadio insultándome a mí mientras mis compañeros jugaban tranquilos. Yo apunto a mi objetivo, que es jugar al futbol para ganar dinero. Sé que es chocante lo que dije pero lo hice a propósito. —Entonces, ¿tampoco le duele cuando ofenden a su país? --A mí no me duele. A los otros, sí. Cuando yo dije para la televisión japonesa cuáles eran los puntos débiles de la selección argentina durante el Mundial de Francia, todo el mundo me criticó, y hasta hubo dos legisladores que pedían que no me dejaran entrar al país. Y yo no me enojé por eso. —Claro, el lío lo armó usted, después de todo. --Como deportista tengo derecho a decir como juega el arquero Argentino y el mediocampo. No es un secreto de Estado. No busco faltar el respeto sino calentar el ambiente. —Ese es el tema. ¿No cree que con esa actitud incita a la violencia? --Sí, claro que son incitaciones a la violencia. Pero hay que ponerse en la piel de un jugador que entra en un estadio y le dicen “paraguayo hijo de puta” o “muerto de hambre”. Cuando me insultan les hago con la mano así, para que sigan. O me pongo la mano en el oído como que no los escucho, para que griten más fuerte. Con el único que me cuidaba de hacer gestos era con usted. Si los hacía me expulsaba. Yo lo respeto, Javier, aunque digan que es un duro. Además nunca insulto a los árbitros. Les protesto, pero los respeto incluso cuando se equivocan. —Los jugadores, también se equivocan... --Sí, pero algunos árbitros parece que tuvieran problemas en los ojos. Usted una vez me echó porque yo le discutí que una pelota se había ido afuera y le mostré con las manos cómo había sido. —Usted quiere ser siempre el protagonista, es raro que no buscara jugar en otra posición, que no haya querido ser 10. --Al principio no era arquero, era 9. Pero hace unos veinte años en un partido de solteros contra casados, mi hermano me aconsejo ir al arco porque yo era muy flaco y los casados, que estaban gorditos, me podían quebrar. Me gustó estar en el arco y decidí ir a probarme a un club de Asunción. Como no había plata para el pasaje me fui caminando ocho kilómetros de ida y ocho de vuelta. Cuando el técnico me pregunto en que posición jugaba dudé. Al final dije de arquero. Dios me ayudó. —Ser número 10 o 09 en el fútbol es como ser cantante de una banda de rock: son los más admirados y las chicas se enamoran de ellos. ¿Los arqueros tienen éxito con las mujeres? --Sí, el fútbol ayuda con las mujeres, por eso yo conseguí casarme. Soy un negro feo y mi mujer es demasiado para mí. Marcela es espectacular. La conocí cuando jugaba en San Lorenzo y ella jugaba al tenis. Nuestra diversión pasa por ir de compras al supermercado, al cine, a los mejores restaurantes y tomarnos buenas vacaciones. Siempre con mi familia. Soy exitoso pero no tengo dudas de que todo lo que he logrado también se lo debo a Marcela. Nos entendemos y discutimos los contratos juntos. Soy un duro dentro de la cancha, pero en mi casa la que manda es mi mujer. —¿Por eso no tiene representante? --Me ahorro la comisión de un manager porque estudié dos años de Ciencias Económicas. Abandoné la camera por el fútbol. A mí y a mis hermanos, mis padres nos dieron una buena educación y eso que yo vengo de una familia muy humilde. Nadie me regalo nada. Hasta los siete años andaba descalzo junto con mis hermanos y teníamos que ordeñar la vaca y ayudar a mi madre a vender la leche. “Soy el único jugador que tiene un juicio con Clarín, por eso siempre me pegan. En el Gran DT te cotizan y usan tu imagen sin permiso” —¿Qué es lo que le da más orgullo? --Mi hija Anahí, que cumplió siete meses. Por encima de todos los logros deportivos. —En Paraguay, los medios publicaron que usted tenía un hijo extramatrimonial... --En lo único que quedó eso es en que ensuciaron a Chilavert. No pasó nada más. Tengo dinero para criar cincuenta o cien hijos si quisiera. Cuando mencione la palabra ADN, para que probaran si yo era el padre o no, se callaron la boca. Lo hicieron para perjudicarme. —¿Tanto dinero tiene? Si hoy se terminara su carrera, ¿podría vivir con lo que ganó? --Si porque no tiro la plata. Me di el gusto de recorrer el mundo con mi mujer y hasta elegí el momento en que quería tener un hijo. Mi padre decía que para eso había que estar en una buena situación. Invierto en propiedades y estoy al día con los impuestos. En pescado podrido, que es como yo le digo al diario Olé, dijeron que la DGI iba a investigar a no sé quién. A mí la DGI me manda tarjetas agradeciéndome por la forma en que pago mis obligaciones. Si no fuera así, habría salida hasta en la tapa de Patoruzú como un evasor. —Usted siempre opinó sobre Paraguay. ¿Piensa dedicarse a la política? --No sé. Yo me siento muy identificado con mi país, que es pequeño y maravilloso. Un país de cinco millones de habitantes que se puede manejar tranquilamente. Sólo hay que evitar la corrupción. Mi país hubiera crecido mucha si no hubiéramos tenido dictadores. Ellos tienen séquitos que viven al pueblo. —¿Nunca apoyó a Alfredo Stroessner? --Las dictadores hacen casas para acercarse a la gente y Stroessner hizo carreteras, colegios, hospitales. Pero solo al comienzo después vino el deterioro. Y hace tres años que vengo denunciando a Lino Oviedo, este personaje que tienen asilado en la Argentina. La gente olvida que en el 96 Oviedo quiso hacer un golpe de Estado y dijo que no le importaba si debía correr Sangre. Pero por ahora prefiero el fútbol, para la política hay tiempo. —Entonces tenes ambiciones políticas. --Cada vez que voy a Paraguay me piden que me meta, pero la política es muy sucia y yo no pertenezco a ningún partido. Aunque uno sea honesto, puede tener colaboradores que no lo sean. Tengo 18 años en el futbol y mi imagen es muy buena a nivel internacional. Me ofrecieron tres millones de las de parte de Lino Oviedo para que jugara la Copa América y me callara la boca. Yo por dinero no me vendo, no mato a mi madre ni defraudo a mi gente. Hay mucha gente que hoy, por tres millones de dólares, es capaz de matar a su madre. Tengo en vista hacer una clínica en Paraguay, pero no voy a dar detalles para que no se me adelanten y me saquen la idea. —¿No sería bueno que alguien le saque la idea si sirve para ayudar a la gente? --Bueno, pero no quiero contar mucho ahora. El pueblo me quiere y algunos políticos que me respetan, no todos son de lo peor. Los ciudadanos de elite como yo, que nací en cuna humilde pero paso a paso fui progresando, tenemos el deber de denunciar las cosas que están mal hechas. Sé que pongo en peligro mi vida cuando habló porque la corrupción esta enquistada en mi país. —¿Su mujer tiene miedo de quedarse viuda? --Miedo tendría si yo fuera un narcotraficante a un contrabandista. Siempre duermo tranquilo. Nunca tengo remordimientos de conciencia. Ni siquiera con esta injusticia que se cometió conmigo. Lo lamento por los que se alegraron y creyeron que me iban a ver destruido. Las críticas que me hacen y este fallo en mi contra fortalecen mi ánimo. Para mí lo que vale es que muchos de aquellos a los que los periodistas consideran mis enemigos llamaron para solidarizarse conmigo. “Todo lo que he logrado se lo debo a Marcela. Soy un duro dentro de la cancha, pero en mi casa la que manda es mi mujer”. —Carlos Menem lo llamó ¿Qué le dijo? --Me dio su apoyo. Se lo agradecí, pero también le dije que en el país hay cosas más graves. También me llamaron de Francia, de Inglaterra y de Japón. La justicia Argentina quedó muy mal vista. También Diego Maradona se comunicó conmigo, estuvo muy bien. —¿Quiere decir que su rivalidad con Maradona es un invento de los periodistas? --Sí, es un invento. Con Diego nos llevamos bárbaro. Él pidió que me llevaran a jugar a Boca. Van a tener que pasar muchos años para que vuelva a aparecer otro como él. —Cada vez que usted acara que no es un drogadicto, parece un mensaje para Maradona. ¿Habló con él sobre esto? --NO, no tengo una comunicación tan fluida como para hablar de eso. Si no nace de él no puedo tocar el tema. Pero me causa mucho dolor que Maradona diga que está perdiendo su batalla contra la droga. Lo quiero y admiro mucho. Además, nunca se puso una máscara. Tiene problemas y lo dice. Es un gran tipo. Es un superdotado, como Pelé. —¿Cuál fue el mejor de los dos? --Me quedo con Maradona. —¿Cómo cree que lo van a recordar a usted? --Como a un tipo polémico, sin dudas. Pero también como un ganador. ©Revista Veintiuno
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Ataja CHILAVERT ESTARÁ HOY EN EL ARCO DE VELEZ Mientras la Suprema Corte bonaerense no se expida sobre un recurso de nulidad, el arquero podrá seguir jugando. Así, la sanción de 13 meses aún no está firme. ESTA NOCHE SE PRESENTA CON VELEZ ANTE BELGRANO, EN CORDOBA Chilavert tiene un recurso más para seguir jugando por CARLOS PRIETO Los abogados del arquero paraguayo elevaron un pedido de nulidad que aún no fue resuelto por la Suprema Corte bonaerense. Por eso, la inhabilitación de 13 meses todavía no está firme. Gracias a que un recurso de nulidad aún no ha sido resuelto por la Suprema Corte bonaerense, José Luis Chilavert puede seguir jugando por el momento en la Argentina. De hecho, esta noche será el arquero titular de Vélez en el partido frente a Belgrano por el torneo Clausura. Ayer, el gobernador bonaerense, Eduardo Duhalde, habló de “grave injusticia” al referirse a la sentencia que condena al arquero a 13 meses de inhabilitación, pero no dio pistas de si está dispuesto a conceder un indulto para Chilavert en el caso de que el fallo quede firme. Según uno de los abogados que representa al futbolista, Héctor Granillo Fernández, “Chilavert no sólo está en condiciones de jugar ahora, sino que lo seguirá haciendo por bastante tiempo más”. Además el letrado, quien es familiar del ministro de Justicia Raúl Granillo Ocampo, se mostró confiado en que “el resultado definitivo de la causa será favorable”. El intríngulis jurídico que le permite jugar a Chilavert puede desmenuzarse así: ►Un fallo del juez Ernesto Domenech, confirmado posteriormente por la Cámara de Apelaciones de La Plata, lo condenó a 3 meses de prisión en suspenso y 13 de inhabilitación para jugar en la Argentina. En la causa se dio por probado que en abril del 94, luego del partido Gimnasia La Plata-Vélez, Chilavert golpeó a Fernando Castro, empleado del club platense encargado de inflar la manga por la que se accede a los vestuarios. ►El futbolista presentó dos recursos ante la Suprema Corte bonaerense, uno por inaplicabilidad de la ley y otro de nulidad. El Tribunal rechazó el primero, y los abogados del futbolista --Granillo y César Arias, hijo del diputado menemista del mismo nombre— se presentaron en queja ante la Corte Suprema de la Nación, que el miércoles, con el voto de cinco de sus nueve integrantes, desestimó la presentación. ►Según le explicó a Clarín el abogado constitucionalista Gregorio Badeni, “lo habitual es que la Corte bonaerense se expida sobre los dos recursos a la vez. Pero si en este caso no lo ha hecho, mientras no resuelva sobre el recurso de nulidad el fallo no está firme y el jugador no tiene que cumplir la sentencia”. La postergación de la sanción no impidió que el presidente de la Nación, Carlos Menem, le manifestara telefónicamente su solidaridad al futbolista (ver aparte), ni que la sentencia siguiera cosechando críticas, entre ellas la de Duhalde. “No sé si se equivocaron los jueces --manifestó el gobernador bonaerense--, pero ocurrieron en el país cosas más graves que no fueron castigadas tan severamente. Vi las imágenes de ese partido y se ven otros jugadores corriendo y pegando patadas y trompadas a jóvenes que estaban en la cancha”. En cambio, el diputado justicialista Fernando Galmarini señaló que está “totalmente de acuerdo con la sanción, porque se ajusta a la ley. Si se aplicara con más rigor la legislación, habría menos episodios de violencia en el deporte”. Por su parte el presidente de la Comisión de Deportes de Diputados, Daniel Scioli (PJ), no opinó sobre la sentencia pero señaló que para casos como el de Chilavert “se necesita crear tribunales de justicia deportiva con jueces especializados”. Desde Asunción, Futbolistas Agremiados de Paraguay reiteró su solidaridad con el arquero. Su titular, Alfredo Mendoza, dijo que el gremio está dispuesto a plegarse a una eventual huelga que dispongan los jugadores argentinos. Pero Futbolistas Argentinos Agremiados no está estudiando medidas de fuerza. “Por el momento pusimos nuestros abogados a disposición de Chilavert porque la sanción nos parece excesiva; --le dijo anoche a Clarín Carlos Pandolfi, de la conducción del gremio--. Pero seguiremos con atención lo que pase”. Informe: Guillermo Tagliaferri, Hernán Sartori y Mario Rueda. SIN COPA AMERICA. Pese a que el dictador Lino Oviedo ya no está en el Comité Organizador de la Copa América, Chilavert no figura en el plantel paraguayo divulgado ayer. “Se auto marginó hace mucho; ojalá para las eliminatorias del 2002 esté a la orden”, dijo el técnico Ever Almeida. QUE SE DIJO ►JAVIER CASTRILLI “Es una sanción injusta contra una persona, como Chilavert, que va de frente y dice su verdad y lo que piensa. Eso puede causar muchos problemas”. ►GUSTAVO BARROS SCHELOTTO “Si lo suspenden por 13 meses, puede trabajar en cualquier otra actividad. Además, si tiene tantas ofertas, que se vaya”. ►EDUARDO MANERA “Yo jugué y dirigí 15 años fuera del país y en ningún lado tratan así a un jugador extranjero. Me hubiese dolido muchísimo vivir una situación similar”. LA POSICION DEL ARQUERO EN DIALOGO CON CLARIN. “Para mí, hubo una mano negra” por RAMÓN GÓMEZ Sigo confiando en la Justicia argentina, pero me duele la injusticia. “Yo no le pegué a nadie y sin embargo me condenan”. José Luis Chilavert no cambió su discurso desde que la Corte Suprema le rechazó un recurso de queja y dejó firme la condena de la Justicia bonaerense a tres meses de prisión en suspenso y la inhabilitación para jugar por trece meses, por agredir a un auxiliar de Gimnasia La Plata en 1994. Pero apuesta fuerte y ayer a la tarde, en diálogo con Clarín, dijo que “para mí hubo una mano negra” y anunció que averiguará “quién aceleró el expediente que vencía el 28 de este mes”. Chilavert bajó del ascensor del hotel Panorama y recibió muestras de afecto y solidaridad. Los jugadores de Independiente de Pico, que están disputando la final de la Liga Nacional de básquet con Atenas, lo palmearon. Su base, Facundo Sucatzky, le gritó “¡Fuerza, paraguayo!” y el arquero le guiñó un ojo. Luego invitó a los periodistas de La Voz del Interior, Radio Universidad y Clarín a compartir un café “para hablar más tranquilos”. Pidió una lágrima y masitas dulces. El mozo se equivocó y trajo pastelitos. “No, porque me pueden caer mal...”, le aclaró. El arquero agradeció el respaldo y la preocupación del presidente Carlos Menem y las llamadas telefónicas de jugadores de Japón, España e Italia que se solidarizaron con él. A su vez, criticó a Guillermo Marconi, árbitro de aquel partido con incidentes, y admitió que tiene una oferta para ir a jugar a Inglaterra, aunque, comentó, “todo depende de si me conviene económicamente, porque yo tengo contrato con Vélez hasta el 2002 y el club debe seguir pagándome el sueldo”. Chilavert agregó: “A muchos les molesta que sea frontal, que defienda a los humildes. No sé por qué causa me han dejado mal parado. Pero no me voy a callar nunca, siempre diré lo que pienso”. El arquero consideró que se lo discrimina sin razón. “Nunca le vi la cara al fiscal. Los jueces y los testigos son todos de La Plata y sólo buscan notoriedad --expresó-- El certificado médico dice que no hay ninguna lesión. Fíjense en mis manos y mi físico. Si yo le llegara a pegar a alguien...” Está tranquilo Chilavert. “Duermo bien porque nunca robé ni maté a nadie --dijo--. Y hay otros que han robado y matado, pero no van a parar a la cárcel”. Defendió al presidente Raúl Gámez: “Le están pasando una factura por ser radical y porque cuestionó al Gobierno”. Reconoció a la gente y a la Argentina: “No voy a cambiar mi pensamiento: aquí soy feliz. Incluso no me gusta que publiquen cuando ayudo a la gente necesitada”. Se quejó de los ataques de un sector de la prensa: “Quizá lo hacen porque no me descubrieron en una discoteca o borracho en la calle. O porque no conocen a mi esposa ni a mi hija...”. “Voy a jugar contra Belgrano. Por eso viajé con Vélez”, afirmó Chilavert antes de despedir con un saludo a los periodistas. Y contestó con cierta acidez a la última pregunta de Clarín: “¿En qué cambiaste de aquel arquero de San Lorenzo en los 80 a éste de Vélez en los 90?” “Es fácil, tuve que defenderme de esa jungla llamada Buenos Aires...” Fotógrafos amenazados “Van a terminar como (José Luis) Cabezas”, disparó José Luis Chilavert contra los reporteros gráficos Mario Cocchi, de Clarín, y Julio Sanders, de la revista XXI. El arquero, que había almorzado con el plantel en una parrilla de la avenida Juan B. Justo, lanzó la frase desde el interior de la combi que lo trasladó al aeródromo de El Palomar. La actitud del futbolista generó la inmediata reacción de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) y de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), que emitieron sendos comunicados rechazando la amenaza. CASTRO Y CHILAVERT Se cruzan acusador y acusado Cinco años, un mes y 17 días después de los incidentes en el partido que disputaron Gimnasia La Plata y Vélez el 3 de abril de 1994, José Luis Chilavert y Fernando Castro, el empleado del club platense que denunció al arquero de Vélez por agresión, protagonizaron un duro cruce verbal en Radio Continental. Allí, Chilavert reveló que fue Omar Asad, y no él, quien le pegó a Castro. “Llovían las piedras, le pegaron a Bianchi y yo me había ido a la miércoles (sic). Pero volví del vestuario. Y tú fuiste el que le pegaste primero a Asad y, después, el Turquito te devolvió el golpe”, sostuvo Chilavert. Para el arquero, Castro “miente cuando dice que yo le pegué, porque cuando se levantó del suelo y se dio vuelta, vio a tres jugadores y uno era yo... pero no vio quién le había pegado”. A su vez, Castro desmintió que haya intentado retirar su denuncia: “No fue así. Sin que nadie me influyera, yo hice la denuncia porque usted me había pegado y después se abrió una causa. Y nunca quise retirarla”. En otras declaraciones, Castro agregó: “Habría aceptado una disculpa, pero nunca me la pidió. No me imaginé que esto llegaría hasta acá. No pensé que le iban a dar tanto”. Antes del entrenamiento matutino, Chilavert confirmó que habló con Carlos Menem. “Conversé con el Presidente y me dijo que se sentía molesto porque el fallo en mi contra no era justo. Me aseguró que hará lo posible para encontrar una solución. Le contesté que le agradecía muchísimo, pero que con tantos temas importantes en el país, como los problemas en el área social, lo mío es una pequeñez. Y le dije que seguiré considerando a la Argentina un país maravilloso, aunque me tenga que ir”. En cuanto a la sanción --ahora en suspenso--, Chilavert manifestó: “De los seis testigos que declararon en mi contra, todos de La Plata, tres dijeron que pegué y tres que no pegué. No sé por qué el juez les prestó mayor atención a los primeros”. El arquero se retiró de la práctica y nunca volvió. Oficialmente se dijo que fue a un hospital a ver un tío que habían operado. Luego almorzó con sus compañeros en un restorán de Villa Luro y embarcó hacia Córdoba, donde hoy seguirá atajando en Vélez. ©CLARIN Deportivo
Un recurso de nulidad presentado por la defensa le permite actuar en el fútbol argentino; hoy, ante Belgrano. por GASTÓN SAIZ José Luis Chilavert seguirá jugando al fútbol en el país. Hasta el momento, en medio de innumerables instancias judiciales, no existe ningún impedimento legal para que el arquero desempeñe su actividad en la Argentina. Por lo tanto, esta noche Chilavert ocupará el arco de Vélez frente a Belgrano, en Córdoba, por la decimocuarta fecha del Clausura. Hace 24 horas, el tema Chilavert era un caso cerrado y la única esperanza que mantenía el arquero de Vélez para continuar jugando en el país era un indulto del presidente Carlos Menem. Pero como ocurrió en otras cuestiones vinculadas con el fútbol, los vericuetos de la Justicia abrieron una alternativa: que Chilavert siga jugando porque se confirmó que no está firme la sentencia condenatoria contra el arquero, de trece meses de inhabilitación en el fútbol profesional y tres meses de prisión en suspenso, ya que se encuentra en tratamiento de la Suprema Corte bonaerense un recurso de nulidad presentado por la defensa del jugador. Así, el guardavalla seguirá habilitado y la causa continúa en manos de sus abogados César Arias y Héctor Granillo Fernández. El caso se desencadenó por los incidentes del 3 de abril de 1994, en un encuentro entre Gimnasia y Vélez, en La Plata, donde los jugadores de ambos equipos --entre los que se encontraba Chilavert— se trenzaron en una gresca, por lo que el arquero paraguayo fue sancionado con 7 fechas de suspensión por la AFA. Y Chilavert fue acusado de agredir a un empleado de Gimnasia (Fernando Castro). Granillo Fernández dio detalles sobre esta nueva vía legal que impide momentáneamente la aplicación de la condena al futbolista: “Chilavert podrá seguir jugando profesionalmente en la Argentina hasta tanto la Suprema Corte bonaerense no se expida sobre el recurso de amparo. En diciembre de 1997 presentamos ante la Corte provincial dos recursos: uno de inaplicabilidad de la ley (fue rechazado anteayer) y otro de nulidad de pena, que es el de fondo, sobre el cual el Tribunal no se ha pronunciado y no se sabe cuándo lo hará”. Existe un margen importante hasta que la sentencia de Chilavert se resuelva; los especialistas creen que la batalla legal se prolongará tres años más. ¿Por qué?, porque si no se hace lugar al recurso de nulidad, la causa pasará al Tribunal de Casación de la provincia. En caso de que tampoco prospere, quedará en manos de la Suprema Corte de Justicia de la provincia y finalmente en la Corte Suprema de la Nación. Este nuevo recurso fue el respiro que necesitaba Chilavert, que ayer vivió un día bastante agitado. Antes de partir en un vuelo chárter hacia Córdoba con sus compañeros, el arquero se refirió al contacto que tuvo anteanoche con el presidente Carlos Menem. En ese llamado se barajó la posibilidad de un indulto, posibilidad que Chilavert eludió confirmar: “Me manifestó que han obrado mal conmigo y que me respaldaba --dijo el arquero--. No lo quería molestar, porque este tema es una pequeñez en comparación con lo que ocurre en el área social del país. El Presidente se sintió molesto con la decisión de la sentencia; dijo que no era justa. Le comenté que la Argentina es un país maravilloso, pero que si me tengo que ir, lo haré”. El arquero continuó con la idea de una conspiración en su contra: “Hubo una mano negra, porque la causa prescribía el próximo 28, y buscaron la manera de sancionarme duramente unos días antes. Pretenden que esté mal, pero yo estoy muy bien por el cariño que me brindan mis compañeros y la gente”. No será éste el último cimbronazo para Chilavert. Al menos, esta causa en su contra promete más capítulos. Vélez, en Córdoba Hoy, a las 21, Vélez se medirá en Córdoba con Belgrano, en la apertura de la decimocuarta fecha del torneo Clausura. Además de la confirmación de José Luis Chilavert, el técnico de Vélez, Eduardo Manera, determinó un cambio con respecto al partido con Huracán: Sebastián Méndez ingresará por Eduardo Domínguez. En Belgrano —viene de caer ante Colón por 2 a 1—, el entrenador, Ricardo Rezza, no definió si jugará Luis Rueda o Luis Artime en el ataque. Amenazó a un fotógrafo “Vas a terminar como Cabezas”, advirtió el arquero; repudio de la Utpba. Ni siquiera en los momentos más críticos José Luis Chilavert le escapa a las polémicas. Ayer, cuando era seguido por un grupo de fotógrafos, le advirtió a uno: “Vas a terminar como Cabezas”. La historia empezó así: el plantel de Vélez almorzó en la parrilla Tres Amigos, en Juan B. Justo al 8500; allí, un camarógrafo apoyó su equipo contra la ventana más cercana al lugar donde estaba Chilavert y el arquero cerró la cortina; después, cuando los jugadores se retiraban, Chilavert también subió a la combi que los llevó a El Palomar --viajaron a Córdoba--, y desde el interior del vehículo le dijo a un fotógrafo: “Vas a terminar como Cabezas”. Anoche, la frase provocó el repudio de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), que emitió un comunicado en el cual considera “como una lamentable y penosa reiteración de Chilavert, que ofende a toda una sociedad que viene dando un ejemplo de lucha en demanda del esclarecimiento del crimen de José Luis Cabezas”. La Utpba reclama de Chilavert una inmediata rectificación de sus dichos. Apoyo. Duhalde defendió al arquero Chilavert llegó a la Argentina en 1985 y en los 14 años que lleva en el fútbol vernáculo sumó más enemigos que aliados en terreno deportivo. Sin embargo, el fallo que lo inhabilitó por trece meses para desempeñarse en el fútbol profesional --por ahora en suspenso-- puso de su lado a mucha gente que lo criticaba; además del él apoyo de varios políticos. “Lo que pasó con Chilavert fue una grave injusticia”, comentó el gobernador de Buenos Aires, Eduardo Duhalde. Y agregó: “No sé si se equivocaron los jueces, pero hemos visto en la Argentina cosas mucho peores y en las imágenes del partido se vio a otros jugadores involucrados en los incidentes”, sostuvo. El caso más resonante en el ambiente futbolístico es el de César Luis Menotti, que siempre tuvo duras declaraciones en contra de Chilavert, que hasta llegó a decir: “Tendría que ser llevado a todas las escuelas del país, para que los chicos sepan cómo era el hombre hace 5000 años”. Ahora, Menotti rechazó enérgicamente la sentencia: “Es un disparate. Desde la actitud solidaria se debe hacer todo lo necesario para que Chilavert pueda jugar, pero no sé si Agremiados solucionaría el tema con una huelga. La AFA tiene que salir a defender al jugador”, sentenció Menotti. Además se vivieron algunas situaciones curiosas, como lo que ocurrió en el entrenamiento matutino de Vélez, cuando Javier Castrilli se acercó para hacerle una nota al arquero para la revista XXI. Castrilli se quedó con las ganas porque Chilavert, con un permiso especial, no se entrenó. De todos modos, el Sheriff dejó su voz de disconformidad por la sanción al paraguayo. “El fallo --señaló Castrilli-- da una sensación de justicia a medias. Cuando uno ve las imágenes de lo que ocurrió en La Plata, se pregunta: ¿por qué a él sólo si tantos intervinieron en el incidente?” Chilavert y Fernando Castro, el denunciante, en acusaciones radiales Un careo, cinco años después. Pasaron más de cinco años del incidente que desencadenó la condena de la Justicia a José Luis Chilavert. El 3 de abril de 1994, durante el partido en el que Gimnasia y Esgrima La Plata le ganó a Vélez por 3 a 2, el arquero y Fernando Castro, el empleado de Gimnasia que lo acusó, participaron de los incidentes en la manga de salida de la cancha. Ayer por la mañana los dos se cruzaron en una suerte de careo radial en el programa Tiempos Modernos, por Continental, que revivió los momentos de tensión de aquella tarde. “Llovían las piedras, me enteré que le pegaron al entrenador (Carlos Bianchi) y yo ya me había ido a la miércoles. Pero volví del vestuario y tú fuiste el que le pegó primero a Omar Asad y el Turquito te devolvió el golpe”, advirtió Chilavert. Desde el otro lado de la línea, Castro lo interrumpía constantemente: “Usted me pegó, usted me pegó...”. Con estas declaraciones, por primera vez desde que se inició la causa, Chilavert involucró a Omar Andrés Asad, que había sido absuelto de una causa similar, por tres meses de prisión en suspenso y 14 de inhabilitación en el fútbol profesional. Castro se quejó por las declaraciones de Chilavert, que aseguró que en un momento intentó retirar la denuncia. “No fue así --dijo Castro--; sin que nadie me influyera, yo me presenté en la comisaría, hice la denuncia y después se abrió una causa”. El arquero Chilavert replicó: “Miente cuando dice que yo le pegué, porque cuando se levantó del suelo y se dio vuelta, vio a tres jugadores y uno era yo, que estaba en el medio; pero nunca vio quién le había pegado”. En la charla quedó claro que, del tema, cada uno tiene su propia versión; también, qué lejos están --o estuvieron--, de un acuerdo, como en algún momento se dijo. ©LA NACION DeportesSigue molesto por la condena, le agradeció a Menem y sostuvo que “Marconi es un felpudo”. A pesar de las situaciones legales previas, José Luis Chilavert integrará el equipo de Vélez que esta noche enfrentará a Belgrano en Córdoba. Aunque no participó de la práctica matutina del conjunto que dirige Eduardo Manera, ya que según él fue a visitar a un tío que se encontraba internado en el Hospital Español por problemas cardíacos, el arquero paraguayo almorzó y viajó hacia Córdoba junto a sus compañeros. Una vez que arribó a la capital mediterránea, el arquero se despachó sobre la situación que está viviendo: “Hay cosas que me dejan dudas. Primero: la denuncia dice que a este hombre (por el canchero de Gimnasia, Fernando Castro), al que no le conozco la cara, le pegan en la nuca, se tambalea y se cae. Cuando se da vuelta ve a tres jugadores de Vélez, y en el medio está Chilavert. Segundo: los certificados médicos, ya sea el del doctor particular de esta persona y el del médico policial, dicen claramente que no se nota ninguna lesión en el cuello. Tercero: El árbitro del partido era Marconi, un línea del Sadra y el otro de la AAA. Marconi salió de testigo prácticamente, porque fue a declarar. Pero en el informe que presentó en la AFA dice que él estaba en la mitad de la cancha, y no creo que haya visto algo desde allí. El línea del Sadra manifestó que Chilavert había pegado, mientras que el de la AAA dijo que Chilavert no había pegado. No se pusieron de acuerdo ni ellos mismos. Creo que todo esto estaba montado para darme una pena muy dura. Lo que está claro es que yo no voy a bajar los brazos así nomás”. “Algunos pretendían que yo dijera que le había pegado al canchero, que lo había hecho en defensa propia. Pero yo no le pegué a nadie. Los testigos que se presentaron eran todos de Gimnasia, y obviamente no iban a estar a favor mío. Igualmente, de los seis testigos, tres dijeron que Chilavert no pegó y los otros que sí. Este personaje que hizo la denuncia no dijo que Chilavert le había pegado, pero el juez actuó de oficio y aplicó la famosa Ley De la Rúa. Me agarraron a mi como si fuera el perejil de turno”, señaló el arquero. Chilavert reconoció que había hablado con el presidente Menem, y detalló el diálogo que mantuvieron: “El presidente Menem me dijo que no concebía la decisión de la Corte Suprema de Justicia porque se había pasado conmigo. Además me respaldo totalmente, aunque me aclaró que le habían molestado las declaraciones de Gámez. Yo le agradecí, primero porque es una persona mayor, y segundo porque él quiere lo mejor para la Argentina. Todo lo que pasó no cambia mi pensamiento sobre la Argentina. Este es un país maravilloso. La gente común que se levanta temprano para laburar me demuestra su cariño. Pero si me tengo que marchar a jugar a otro país, lo haré”. Además, Chilavert consideró exagerada la suspensión de 13 meses que le aplicaron, en comparación a otros sucesos: “Hubo casos mucho más graves, como por ejemplo el que ocurrió en la cancha de Newell's, en donde me tiraron dos cuchillos. Ahí nadie actuó de oficio. Parece que hay que esperar que te peguen el cuchillo en la espalda para que empiecen a buscar a los culpables. O lo que pasó en la cancha de Boca, cuando casi matan a un hincha de Chacarita. Eso fue intento de asesinato”. En todo momento, Chilavert puso en duda el proceso judicial que se llevó a cabo en su contra: “Me extraña que la Corte haya actuado con tanta celeridad. En el partido desquite contra River por la Libertadores, el fiscal Becerra salió a pedir que siguiera la pena que había pedido el Tribunal de la provincia, y en menos de una semana me liquidaron. ¿No existe un caso más importante que el mío para atender? Además, el día 28 del corriente mes, la causa prescribía. Por eso digo que hubo una mano negra para que me sancionaran. Además, hay otros casos, como el de esta chica Mon, que mató al hermanito de Sol Acuña y ahora está en la calle. En cambio yo no maté a nadie. Lo que más me duele es que esto va a generar un precedente en el fútbol argentino. Eso es muy grave. ¿Qué ocurrirá si en otro partido dos jugadores se agarran a trompadas y uno de ellos va a hacer la denuncia? ¿Hay que meter presos a esos jugadores?” El arquero no perdió la oportunidad de hacer referencia a su “enemigo”, el fiscal Sequeiros: “No puede ser que haya dicho que Lino Oviedo tiene más carisma que yo, cuando se trata nada más y nada menos, que de un asesino”. Chilavert tomó como referencia supuestas declaraciones del fiscal en un reportaje radial, emitido en la mañana de ayer, y del que fue informado por amigos. A otro que le dio duro fue al éx árbitro Guillermo Marconi: “Este señor necesita trabajar cerca del poder porque es un felpudo. Me ensució en todos los programas de televisión que pudo. Cuando una vez le pregunté ante las cámaras por qué fue sacado de la Fundación Carlos Menem Junior, él no me contestó y me dijo que a las otras personas que le habían dicho lo mismo les había iniciado un juicio. La señora Zulema Yoma me contó que a Marconi lo habían sacado de los pelos porque se había manejado mal y porque había tenido varios incidentes. Por eso no fue más el abogado de la Fundación. Ella quiso colaborar conmigo y me advirtió que si yo decía esto lo iba a pagar en ese momento o en el futuro. Ahora le doy la razón, porque hubo una trama muy secreta entre los jueces que participaron en esta causa, Domenech y Durán, el fiscal Sequeiros y Marconi”. “Yo nunca estuve en una discoteca ni soy alcohólico. Sólo me dedico a entrenar y a mi familia. Nadie le conoce la cara a mi mujer ni a mi hija. Entonces no le doy pie a cierta gente que quiere desprestigiarme. Por eso están utilizando este tema para tratar de dejarme mal parado. Con este dictamen, la Justicia argentina ha quedado muy mal parada a nivel internacional. Me han llamado de Japón, España, Inglaterra y de todos lados para solidarizarse conmigo. Todo el mundo interpretó esto como una persecución o una actitud discriminatoria hacia mi persona”, finalizó Chilavert. JUGARA ESTA NOCHE FRENTE A BELGRANO Belgrano todavía está matemáticamente dentro de la zona del descenso y esta noche tendrá la posibilidad de alejarse de su inquietante situación. No será fácil porque toda la presión estará de su lado ante un Vélez, que no tiene posibilidades en el torneo local, y quedó eliminado de la Copa Libertadores de América. Los “piratas” necesitan sumar, mucho más jugando como locales, y enfrente estará un buen equipo castigado por resultados desfavorables, pero cuyo potencial no puede soslayarse. Una atracción adicional será la presencia de José Luis Chilavert, de quien se habló mucho en estos días a raíz de una resolución judicial, y que, por ahora, podrá seguir ejerciendo la profesión. Un aditamento más para un espectáculo que promete ser interesante, donde el equipo local, apoyado por sus muchos hinchas, procurará terminar con el fantasma del descenso definitivamente. Si gana, ya podrá empezar a programar lo que será su próxima temporada en primera división. Si se salva, Belgrano podrá definir si mantiene a su actual técnico, Ricardo Néstor Rezza, que viene soportando el embate de un importante sector de la hinchada que no lo quiere, al igual que parte de la dirigencia. Y habrá que ver si el presidente del club, su máximo apoyo, sostiene su continuidad. De todas formas, la cuestión del director técnico es un problema menor para los hinchas de Belgrano. Lo que importa es ganar esta noche. ©Diario CRONICAEn un fallo histórico en nuestro fútbol, la Corte Suprema lo condenó en la causa por la agresión en La Plata; estará 13 meses sin jugar en la Argentina. La última instancia a la que podía recurrir José Luis Chilavert está agotada. La Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso de queja presentado por César Arias, el abogado defensor del arquero, y confirmó la sentencia impuesta en 1996, por su participación en los incidentes ocurridos tras el partido jugado entre Gimnasia y Vélez, en La Plata, el 3 de abril de 1994. Dicho fallo condena al futbolista a una inhabilitación de trece meses para actuar en el fútbol argentino. El máximo tribunal, de esta manera, hizo lugar al pedido que hace una semana realizó el procurador general de la Nación, Nicolás Becerra. Luego de cinco años de apelaciones, la causa está definitivamente perdida. Para el jugador de Vélez, sólo resta esperar que se lo notifique de la sanción. Esto quiere decir que el viernes pasado, frente a Huracán, jugó su último partido, y sólo podría volver a actuar en nuestro país en el torneo Apertura 2000. Chilavert fue procesado por “lesiones leves” y la pena confirmada fue de tres meses de prisión en suspenso --que no requiere un cumplimiento efectivo-- y trece meses de inhabilitación el fútbol profesional. Algún camino más le queda por recorrer al arquero, que será presentarse ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; mientras tanto, la pena está vigente y no hay marcha atrás. La pena no le permite jugar en la Argentina, pero sí puede hacerlo en otros países. Y aunque en los últimos meses se acostumbró a seguir en Vélez y comentó que quería terminar su carrera en el club para tener un cargo como manager, Chilavert, de 33 años, espera ahora que los dirigentes cedan en sus pretensiones para echar mano a alguna de las ofertas rechazadas de otros tiempos. La situación que desencadenó este fallo encierra, además, entretelones que son propios de la clandestinidad en la que suele manejarse el fútbol argentino. Aunque esta vez el desenlace fue distinto. Después del escándalo ocurrido en la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata, los dirigentes de ambos equipos se reunieron para sellar un pacto. “Lo que pasó, pasó. De ahora en más que a nadie se le ocurra presentar una denuncia”, acordó el por entonces vicepresidente de Vélez Raúl Gámez con los dirigentes platenses. Ese día sucedió de todo. Por televisión se pudo ver a Sergio Dopazo pegándole un puñetazo a Roberto Trotta, a Chilavert golpeando a Guillermo Sanguinetti y a más de diez jugadores involucrados en una verdadera batalla, además de allegados al cuerpo técnico y esas personas amigas de vaya uno a saber quién, pero que siempre consiguen un lugar en la cancha. Los momentos de mayor tensión se vivieron en la manga, cuando salían los equipos, pero de esa situación no hay imágenes. Hasta el actual entrenador de Boca, Carlos Bianchi, se fue de la cancha con un apósito en la cabeza, por recibir un monedazo, y comentó con ironía: “¿Ustedes ven algo? No tengo nada en la cabeza... Si en la Argentina nunca pasa nada...” Chilavert no fue expulsado por el árbitro Guillermo Marconi, pero por el informe que el juez presentó a la AFA, el paraguayo recibió una suspensión de siete partidos. Dos días después del encuentro, un empleado de Gimnasia, Fernando Castro, denunció a Chilavert y a Omar Andrés Asad por una supuesta agresión. Semanas más tarde, Castro quiso retirar la denuncia por arreglos entre partes, pero ya era tarde, porque el juez actuó de oficio. En mayo de 1995, el fiscal Octavio Sequeiros solicitó una pena de 18 meses de inhabilitación para el arquero y de 14 para Asad. En una declaración insólita, Sequeiros comentó que la diferencia de cuatro meses fue porque “Chilavert es paraguayo y por lo tanto merece más rigor”. Por el fallo hubo que esperar un año y cuatro meses más. Y en septiembre de 1996 el juez Ernesto Domenech condenó al arquero a tres meses de prisión en suspenso y 13 de inhabilitación. Asad fue absuelto porque no se pudo probar su agresión. Esta no es la única disputa legal en la que se vio envuelto el jugador, ya que hace unas semanas quedó absuelto de una causa por agresión a un periodista rosarino. Así parece terminar la trayectoria de Chilavert en las canchas argentinas, plena de títulos y goles históricos con Vélez, pero también superpoblada de controversias por declaraciones, agresiones y escándalos varios. Y tal vez ése era el único final que encajaba con su explosiva personalidad. El arquero cree en una persecución A comienzos de año, José Luis Chilavert reconsideró su actitud ante el periodismo y resolvió hablar sólo con los medios partidarios. Fue el primer indicio de que no tenía intenciones de pisar el palito con alguna declaración que pudiera complicar aún más su situación en el caso de los incidentes del 3 de abril de 1994, en la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata. Además, se preocupó por mostrar una imagen imperturbable, pero sus sentimientos internos fueron gobernados por la incertidumbre y hasta por el miedo respecto del fallo de la Corte Suprema. Hace un mes, en una concentración de Vélez en el Hotel Presidente, el arquero confesó a unos pocos: “Me quieren dar dos años de cárcel por algo que no pudieron comprobar, mientras que a Lino Oviedo, que hizo cosas terribles en Paraguay, le dan protección política”. Ayer, tras conocer la sentencia de la Justicia de boca de Raúl Gámez, el guardavallas se hizo eco de aquel concepto. Con llamativa serenidad, señaló: “En la Argentina, los asesinos como Lino Oviedo pueden caminar tranquilamente por la calle. Por ahí, Oviedo le da mejor imagen a la Argentina que Chilavert jugando al fútbol; sé que esto fue orquestado por sus amigos argentinos que están en el poder. Indudablemente, esto es una persecución política”. Chilavert continuó con su monologo: “Soy inocente, las pruebas en mi contra no existen. Hay cinco videos del partido en La Plata en los que no se comprueba una agresión. Pero el fallo no me sorprende y ya me lo veía venir. Sí me sorprende que la Corte Suprema haya actuado tan rápido con mi caso. Estoy muy tranquilo porque no pegue ni maté ni le robé a nadie”. El guardavallas, que tiene contrato en Vélez hasta 2002, se proyectó a un futuro cercano: “No me mataron, no me cortaron las piernas, tengo las manos bien puestas. Estoy contento porque me hacen un favor con la sanción, que tal vez sirva para que me transfieran al exterior”. Y no se olvidó del abogado Guillermo Marconi, que dirigió aquel partido entre Gimnasia y Vélez: “Es un triste desconocido dentro del ambiente del fútbol que está cerca del poder”. La solución que espera Raúl Gámez El indulto de Menem Agotadas todas las instancias para que Chilavert continúe jugando para Vélez, el presidente de la entidad de Liniers, Raúl Gámez, se aferra a la última esperanza: “Sólo nos queda esperar el indulto del presidente Menem o del gobernador Duhalde”, confesó el dirigente en la puerta de la AFA. Sin embargo, Gámez --afiliado a la Unión Cívica Radical— no dudó en disparar contra el gobierno en declaraciones a Radio Mitre: “El presidente (Menem) quiere transformar a los clubes en sociedades anónimas, y es alguien que está llevando al país a la quiebra; estoy herido porque hasta a Vélez están tratando de perjudicar”. En un comunicado, el ministro del Interior, Carlos Corach, salió al cruce de las declaraciones de Gámez: “Cuando la exigencia de terminar con la violencia en el fútbol constituye un reclamo de toda la sociedad hay quienes, por el contrario, pretenden defender la impunidad y atacan la independencia del Poder Judicial. Es de lamentar que Gámez, en lugar de exigir a sus empleados un comportamiento decoroso, intente proteger a quien transgrede la ley”. Corach explicó que no existe relación entre el asilo al general paraguayo Lino Oviedo con la sanción a Chilavert: “Nada tiene que ver el asilo político concedido en ejercicio de una institución tradicional del Derecho Latinoamericano, con la condena aplicada por la Justicia de la provincia de Buenos Aires a quien incurrió en una conducta violenta en el marco de un evento deportivo”. Preguntas y respuestas sobre el desenlace del proceso Lo intrincado de los vericuetos judiciales, en particular en una causa que, como la que acaba de terminar en un fallo condenatorio para José Luis Chilavert, ya lleva un tiempo considerable, hace oportuno plantear algunas preguntas y respuestas concretas respecto de lo ocurrido y lo que puede suceder de aquí en más. Veamos: —¿Es definitiva la sentencia que obliga a Chilavert a alejarse de la práctica del fútbol en la Argentina? --Si. La Corte Suprema de Justicia de la Nación es el máximo tribunal de la Justicia argentina. No existe, por encima de él, ninguna otra instancia para apelar la decisión conocida ayer. —¿Puede el arquero recurrir a algún tribunal internacional? --Si Chilavert considera que en su caso está siendo violado alguno de los derechos humanos consagrados en el Pacto de San José de Costa Rica --por ejemplo, su derecho a trabajar--, podría recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y denunciar al estado argentino por haber administrado mal la justicia, de cuya aplicación es garante. —Una apelación, ¿puede interrumpir los efectos del fallo? --No. Los efectos de una sentencia (ir a prisión, pagar una multa o, como en el caso en cuestión, la inhabilitación para jugar al fútbol) entran en vigor desde el momento en que dicha resolución queda firme. En rigor, Chilavert ya gozó de un “tiempo de gracia” porque, según la ley, su inhabilitación está vigente desde el momento en que la Justicia rechazó el recurso extraordinario que presentó oportunamente su abogado defensor. —¿Qué diferencia hay entre ese recurso extraordinario y el de queja, que ayer rechazó la Corte Suprema? --Chilavert llegó al máximo tribunal interponiendo una queja (a raíz de habérsele denegado el primer recurso). La presentación de esta queja no interrumpe los efectos de la sentencia. —¿Existe alguna manera de que la sentencia que ayer quedó firme quede sin efecto? --Únicamente si el presidente Carlos Menem indulta a Chilavert, el arquero estará en condiciones de retornar a las canchas. —Qué ocurre con los tres meses de prisión en suspenso que incluía la sentencia? --Como se expresa en el fallo, se trata de prisión en suspenso, es decir, no de cumplimiento efectivo. Pero si durante el lapso que dura la condena, Chilavert comete otro delito y --es procesado por él--, no podrá ser excarcelado e irá a prisión. —¿Lo decidido ayer por la Corte significa alguna modificación sobre la sentencia? --No. La Corte sólo se limitó a rechazar la queja, para lo cual no está obligada a detallar los fundamentos. La sentencia se mantiene tal como fue dictada Ernesto Domenech y confirmada por la Cámara de La Plata y la Suprema Corte Bonaerense. JUAN MANUEL TRENADO
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Diciembre 2017
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