El arquero, que retornó a la Selección para esta Eliminatoria, fue decisivo en la campaña con sus atajadas y aquel gol en Buenos Aires. EI hombre vive de sueños y uno de sus objetivos en la vida es lograrlos. Este hombre alimento de ambiciones sus 32 años, cada una de ellas las fue cumpliendo con el paso del tiempo. Sueño número 1 “Mi mayor ilusión es estar en Francia. Esa meta me quita el sueño”. Recién habían transcurrido dos fechas de este largo camino rumbo a Francia '98. Paraguay había caído en el debut frente a Colombia 1-0, en la calurosa Barranquilla. Luego, en un frío domingo montevideano de junio, dio el primer batacazo de la serie al derrotar a Uruguay 2-0 en el mismísimo Centenario. En ese momento, cuando París parecía la capital más lejana del mundo, nació de su boca esa confesión a flor de piel, el profundo deseo de poner su apellido en el único lugar donde todavía no figura: un Mundial. Y la almohada de José Luis Félix Chilavert, sabía que cada suspiro nocturno llevaba un soplo de aire de ilusión. “Tenemos un gran equipo. Hay un técnico inteligente al que le gusta el fútbol ofensivo y un plantel joven, pero con experiencia internacional. Además, los dirigentes cumplen con lo que prometen. Las eliminatorias son largas, pero confío plenamente en que Paraguay se va a clasificar para Francia”. 14 meses atrás, con ese triunfo y esa derrota en el balance, el arquero --capitán— símbolo hacía esta predicción. En su memoria, todavía alguna lágrima rebelde se negaba a dejar su mejilla, luego de aquel empate ante Perú 2-2 el 5 de setiembre de 1993. Ese resultado significaba el adiós a la posibilidad de estar en Estados Unidos '94... Paradoja del destino: hoy, a poco más de cuatro años de aquel llanto, Chilavert visitará Lima en la última fecha de estas Eliminatorias con la clasificación en el bolsillo. Entonces, muchas anécdotas de estos últimos veinte meses de competencia servirán para engrosar el cuaderno de las historias. Como cuando antes de aquella caída en tierra colombiana, calificó a Iván Valenciano de “gordito” y afirmó que sólo le temía a Faustino Asprilla. No se equivocó: el Tino le hizo un gol, y le causó un profundo dolor al número uno. Tanto que en la revancha en Asunción, casi un año después, ambos protagonizaron una pelea de proporciones que sacó de las casillas a José Luis, quien frente a los ojos de todo el estadio y tras haber sido expulsado, lo agredió al costado de la cancha. Historias de una eliminatoria que lo tuvo como principal protagonista. Aunque ninguna historia podrá superar la que vivió en el país donde juega todos los domingos: Argentina. Sueño número 2 Fue, sin dudas, el hito de estas Eliminatorias. El que llenó de euforia a los paraguayos, el que hizo que el equipo se sintiera más fuerte que nunca, el que sirvió como empujón anímico definitivo para darse cuenta que la Selección guaraní podía pisar fuerte rumbo a Francia. Y, como siempre, este hito lo tuvo como máximo protagonista a José Luis Chilavert. Septiembre inauguraba su andar. El Monumental de Núñez estaba repleto de corazones blanquicelestes deseosos de un triunfo. Era mucho más que un partido de fútbol. Era el enfrentamiento de un pueblo contra el archienemigo, ese que con su buzo con cara de perro, quería enfermarlos de rabia. Inclusive, el fervor de su gente había contagiado a casi todos los jugadores del equipo argentino, quienes negaban un enfrentamiento personal contra el arquero. Aunque en realidad.... Antes de ese partido, Germán Adrián Ramón Burgos declaró: “Él es uno más, sino esto sería un partido de tenis”. Fernando Cáceres aseguró: “Tiene una fuerte personalidad. Puede ser el mejor, pero eso no influye”. Matías Jesús Almeyda afirmaba: “Yo no pienso en Chilavert, yo me preocupo por los once jugadores paraguayos”. Juan Sebastián Verón atacaba: “Díganle a Chilavert que se dedique a atajar, a jugar al fútbol y que no hable más”. Ese casi remarcado tiene una explicación. Sólo dos personas atenuaban este enfrentamiento: “Lo conozco muy bien a Chila y sé que es muy importante para su equipo”, comentaba Christian Bassedas, mientras que Daniel Alberto Passarella sostenía: “Tiene la importancia en Paraguay que tiene Batistuta en Argentina. Es un poco el símbolo del equipo. El que transmite cosas. Lo conocemos bien. Sabemos lo importante que es”. A todo esto, José Luis Chilavert estaba como pez en el agua y se preparaba para dar el gran golpe, uno de los más importantes en su carrera deportiva. Además, llegaba agrandado por haber recibido la orden de Honor al mérito deportivo de parte del presidente Juan Carlos Wasmosy. En ese juego de declaraciones, el arquero presagiaba: “Sueño con meterle un gol a Argentina”. A las 18:51 de ese domingo cercano a la llegada de la primavera, el capitán paraguayo cruzó toda la cancha para ejecutar un tiro libre. Acomodó la pelota, miró a Burgos, tomó carrera e impactó. Otro sueño cumplido. La Selección paraguaya conseguía un resultado histórico, con un gol histórico, convertido por un arquero histórico. Desde allí en adelante, nada sería igual para la albirroja en las Eliminatorias. Aquel equipo con un buen porcentaje de posibilidades para lograr un pasaje a Francia, se transformó en una máquina de conseguir victorias, siempre de la mano del Gran José Luis. De los siguientes 21 puntos, Paraguay conquistó 19. Cortó esa serie cayendo contra Argentina en Asunción 2-1, ante Ecuador por el mismo resultado en Quito, y contra Chile, por idéntico score, en Santiago. Un dato para tener en cuenta: en esta mini racha negativa, Chilavert estuvo ausente del equipo por la suspensión de cuatro fechas que le dio la Confederación Sudamericana de Fútbol tras aquella expulsión frente a Colombia. En su regreso, en el 2-1 a favor frente a Bolivia el pasado 10 de setiembre, Paraguay volvió al triunfo y consiguió la tan ansiada clasificación. Como si todo esto fuera poco, el primer gol conquistado por Miguel Ángel Benítez en ese partido decisivo, nació en un pase largo del arquero que peinó Richart Báez para habilitar al delantero. ¿Cuál será el próximo sueño? Soñó con llegar al Mundial y llegó. Soñó con hacerle un gol a Argentina y lo hizo. Sueña con ser presidente de su país e inclusive ya empezó a incursionar en el terreno de la política: “Los colorados me dan lástima y los desafío a un debate público para que expliquen como hicieron sus fortunas, que muestren documentos que prueben que los obtuvieron de forma honesta”. Las encuestas aseguran que cuando el arquero decida presentarse como candidato a primer mandatario, arrasaría en las urnas. Pero la política es futuro en su vida. El presente con su país se programa para dentro de ocho meses, cuando el 10 de junio comience el Mundial de Francia '98. Para entonces, José Luis buscará sorprender a todo el fútbol del planeta, desde la posición que más los enorgullece: el arco de la Selección de su país. Para eso, ya está preparando el terreno con una de sus mejores armas: la palabra. “Hoy, internacionalmente soy más que Diego Armando Maradona, porque soy sano, puro y por encima, soy realista”, dijo en noviembre pasado. Ese hoy suena con tanta fuerza que, seguramente, ganaría muchas discusiones en mesas de café. Hoy Chilavert está listo para conquistar el mundo. Hoy, la Selección Paraguaya está lista para sorprender al ritmo de la Marsellesa. Por eso, si dentro de poco José Luis Félix Chilavert toma un micrófono y sugiere casi al pasar que “sueño con ganar el Mundial” vaya agarrándose de la silla. Porque este hombre vive de sueños y su objetivo en la vida es lograrlos. Se notó su ausencia Más allá de las declaraciones del cuerpo técnico y los jugadores sobre su importancia para la clasificación de Paraguay al Mundial de Francia, el temple y la personalidad que le imprime al equipo José Luis Félix Chilavert también puede ser observada en las planillas. De los catorce partidos que disputó el equipo paraguayo hasta clasificar en las Eliminatorias, participó en nueve enfrentamientos. Estuvo afuera contra Venezuela de visitante por acumulación de tarjetas amarillas y fue suspendido por cuatro fechas, luego de la expulsión y posterior pelea con el delantero colombiano Faustino Asprilla. Con Chilavert en cancha, el conjunto guaraní ganó en seis oportunidades, empató en dos ocasiones y perdió en la primera fecha ante Colombia. Fue reemplazado por Rubén Martín Ruiz Díaz en tres ocasiones (Venezuela, Uruguay y Argentina) y Danilo Vicente Aceval en otros dos (Chile y Ecuador). Estos números demuestran la importancia del capitán: Paraguay consiguió 20 puntos --de 27 en disputa-- con el arquero de Vélez Sarsfield bajo los tres palos; mientras que con sus reemplazantes, el conjunto de Carpegiani sólo obtuvo 6 unidades de 15 posibles. Además de su gran presencia en el campo de juego, el arquero nacido en Luque hace sentir su ausencia. CARLOS BEER |
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