► “El fútbol es un juego de hombres, Navarro Montoya sabe muy bien qué quiero decir". ►"El Gallego González prefiere una foto con Gastón Pauls antes que una charla con Ernesto Sábato”. Luego de sus vacaciones en Estados Unidos -paseo por New York y Miami con su esposa Marcela-, José Luis Chilavert se reintegró a las prácticas de Vélez Sarsfield. Y con él volvieron las frases fuertes, los dardos a quemarropa. Especialmente para quien parece ser su enemigo público No 1: Carlos Fernando Navarro Montoya. “Yo estaba tranquilo en Estados Unidos, de paseo, y me cuentan que dijo que él es un Mercedes Benz y yo un Fiat 600. Puede ser. Pero mi Fitito tiene un motor de Fórmula 1, en cambio el de él pierde aceite…” --Después el Mono aclaró que no lo dijo por vos, sino que hizo una comparación entre Vélez y Boca... --i¿Ah sí?! Peor. Porque él jugó en Vélez, acá se formó como arquero y ahora se despacha con esa frase. En la vida, lo peor que hay es ser desagradecido. Y Navarro Montoya lo es. No me extraña. No tiene avales para salir a decir esas cosas. No ganó nada. En cambio, lo que yo digo lo defiendo en la cancha. Yo sí tengo avales. Aparte, no soy un arquero de cabotaje. --¿Este enfrentamiento con el Mono no está yendo demasiado lejos? --Entonces que se calle. Yo soy frontal: digo lo que pienso. No como él. Además, el fútbol es un juego de hombres. Y Navarro Montoya sabe muy bien por qué lo digo. --¡Epa!... ¿Por qué lo decís? --iAh...! Ustedes son los periodistas. Investiguen y sabrán. ¿O acaso no es su trabajo? Yo no voy a decir nada más. Acá murió el tema para mí. --Pero algún sentido debe tener tu frase... --No pienso decir nada más sobre esto. --El Gallego González también te respondió. Dijo que vos hablas mal de él, pero que cada vez que se cruzan, lo saludas... --Otro que se tiene que callar. Él era nocivo para el grupo. Anda y pregúntale a mis compañeros. Desde que se fue, ganamos todo. Y no es verdad que lo saludo: hace mucho tiempo que no lo quiero ni ver. ¿Así que está feliz con ser cholulo? Me da lástima, es un pobre tipo. Estoy seguro de que, si le dieran a elegir, prefiere sacarse una foto con Gastón Pauls antes que conversar una hora con Ernesto Sábato... José Luis Chilavert volvió a Vélez. Y con él retornaron las frases fuertes, la verborragia, los ataques a diestra y siniestra. Con su estilo: sin medir consecuencias ni reparar en las víctimas. El paraguayo es así: cada vez que habla, apunta y dispara. MIGUEL ANGEL RUBIO
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Diciembre 2017
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