La Cámara Penal de La Plata ratificó hoy la condena de tres meses de prisión en suspenso y trece de inhabilitación para jugar en la Argentina al arquero de Vélez Sarsfield José Luis Chilavert por haber agredido al utilero del club Gimnasia y Esgrima La Plata en abril de 1994. En caso de que la sentencia quede firme, Chilavert ya había advertido cuando salió el fallo original, que se iría del país para poder continuar su carrera en el extranjero, lo cual fue avalado por los directivos velezanos, quienes señalaron que no están dispuestos a perjudicar al futbolista. “Lo inhabilito para jugar por 13 meses en el fútbol Argentino” Al arquero paraguayo se lo condenó por infringir la Ley de Violencia en el Deporte, conocida como Ley De la Rúa, al lesionar al utilero del club platense, Fernando Castro Acosta y además de haber agredido en aquella ocasión al futbolista local Sergio Dopazo. Es la primera vez que se condena a un jugador de fútbol profesional en la Argentina por aplicación de la Ley del Deporte. Por otra parte, la Cámara confirmó la absolución del delantero Omar Asad, también de Vélez Sarsfield, quien había sido acusado por el mismo delito. Los camaristas Pedro Soria, Eduardo Hortel y María Clelia Rosentach consideraron que según las pruebas reunidas está acreditada la responsabilidad de Chilavert en el hecho, confirmando un fallo de primera instancia en la Justicia Penal platense. En sus fundamentos, la Cámara Penal especifica que “se confirma en todos sus términos el fallo de la primera instancia, por considerar que la evaluación de las pruebas por parte del magistrado fue la adecuada”. En el fallo de primera instancia, el fiscal que intervino en la causa, doctor Octavio Sequeiros, había solicitado al juez una condena de dos meses de prisión y 18 meses de inhabilitación para jugar al fútbol en forma profesional. El fiscal había fundamentado en aquella ocasión que “en el caso de Chilavert se debe ser más severo porque es extranjero y con lo que hizo le ha faltado el respeto a la gente y a las leyes del país que lo tiene como huésped. Además, alguien que se ha cansado de decir que quiere ser presidente de Paraguay, debe tener mucha más responsabilidad sobre sus derechos y obligaciones”. Chilavert ahora tiene la posibilidad de apelar el fallo ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense y de no prosperar una salida favorable al jugador, éste podrá hacerlo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, paso al cual podrá acceder por haber hecho la reserva federal correspondiente. Precisamente, en círculos judiciales platenses se presume que la Suprema Corte bonaerense, no dará lugar a la apelación que seguramente presentará Chilavert a través de sus abogados, porque no se permitirá que vuelva a evaluarse lo que ocurrió aquella tarde en cancha de Gimnasia, ya que los hechos están sólidamente probados. Este trámite de apelaciones podría durar más de un año y mientras tanto el guardavallas no se vería impedido de seguir actuando, ya que se debe concluir esa etapa para que la sentencie quede firme. Si bien el plantel de Vélez Sarsfield entrenó hoy por la mañana en las canchas auxiliares que el club de Liniers tiene al costado del estadio José Amalfitani, el técnico Osvaldo Piazza dio día libre a los futbolistas que actuaron anoche frente a Deportivo Español, entre los cuales estaba Chilavert. Sin embargo, cuando Crónica se movilizó hasta el departamento que habita en la calle Muñiz casi esquina Independencia del barrio de Boedo, pudimos comprobar que el arquero paraguayo no tiene nada de ganas de hablar sobre el tema, ya que luego de tocar varias veces el portero eléctrico, finalmente fuimos atendidos. Del otro lado, la inconfundible voz de José Luis Chilavert se encargó de intentar negar lo obvio al decir que estábamos equivocados y que ese no era el domicilio del arquero de Vélez, en una maniobra tan burda como evidente de que lo que menos quería era dialogar con la prensa, aunque eligió el camino equivocado. Hoy por la tarde, al ser consultado por Crónica, uno de los abogados de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), doctor Walter Hope, explicó en cuanto al alcance que puede llegar a tener la medida que “la sentencia de la Justicia es únicamente de orden local, por lo cual en principio la pena únicamente le cabe para la Argentina, aunque habría que ver si la FIFA toma cartas en el asunto y, de ser así, qué resolución adopta”. Al solicitársele que amplíe este concepto, el doctor Hope dijo que “lo que yo no puedo saber es si la FIFA decide meterse en el caso, porque tal vez se juzgue una conducta antideportiva en base a la resolución de la Justicia argentina, pero realmente no me pudo aventurar a decir más sobre este punto”, aunque finalmente aclaró a modo de ejemplo que “si bien podría seguir su carrera en el exterior en caso de que la condena quede firme, no podría venir a jugar aquí ni para la Selección de Paraguay ni para ningún equipo de club extranjero”. “El arquero advirtió que seguirá su carrera en club del extranjero” La sentencia del tribunal de alzada se produce a menos de un día de que el guardavalla guaraní se convirtiera nuevamente en la figura de su equipo ya que anoche marcó un espectacular gol de tiro libre contra el Deportivo Español. Paradójicamente, anoche en Español jugó Sergio Dopazo, uno de los protagonistas de aquella tarde violenta y se saludaron amigablemente. El 3 de abril de 1994 se produjo una batahola descomunal dentro del campo, donde se trenzaron a golpes futbolistas e hinchas, que terminó con varios lesionados, entre ellos el entrenador de Vélez de entonces, Carlos Bianchi, quien sufrió un corte en el cuero cabelludo pese a que fue uno de los que intentaron frenar la refriega. • VELEZ LO APOYA El presidente de Vélez Sarsfield, Raúl Gámez, se mostró solidario con el arquero de su club al afirmar a Crónica que “la sentencia contra Chilavert es injusta, tanto porque yo estuve dentro del campo de juego intentando calmar los ánimos aquella tarde y estoy seguro que José Luis no le pegó a nadie como se especificó en la denuncia”. Además, Gámez dijo que “Chilavert sufriría una doble sanción, ya que por el mismo hecho la AFA lo había suspendido por cinco fechas”. Yendo más allá en sus dichos, Gámez no dudó en asegurar que "todo esto comenzó con una denuncia hecha por el utilero de Gimnasia, la cual debió haber sido ratificada por testigos que estoy seguro fueron inventados". El titular del club de Liniers dijo también que “ese día Bianchi (el técnico de Vélez en aquel momento), terminó con la cabeza cortada por un golpe, pero nosotros decidimos no hacer ninguna denuncia”. El Utilero Hizo la Denuncia La manga que conecta el campo de juego con los vestuarios fue el punto geográfico exacto en el que se generó la terrible batahola entre futbolistas de Gimnasia y Vélez, con la posterior participación de los hinchas platenses y la policía. Que ocurrió concretamente fue algo que los actores o presuntos actores contaron a su manera, buscando salir a flote de algo inexplicable, incomprensible. El utilero de Gimnasia, Fernando Castro Acosta denunció ante Mario Gallina, coordinador policial del operativo montado para el partido, que al advertir que el futbolista Guillermo Sanguinetti era trompeado por dos rivales, pretendió intervenir y fue agredido desde atrás con un golpe en la nuca. Castro Acosta acusó al arquero paraguayo del golpe, agregando que fue retirado del lugar muy mareado. "Los que pegan desde atrás son unos cobardes; entonces llegamos a la conclusión de que Chilavert es un cobarde", señaló el denunciante. El agresor de Sanguinetti pretendió desvincularse de esta historia al expresar que fue el primero en salir por la manga y que únicamente vio a un particular empujando a dos jugadores de su equipo. Claro que condimentó sus dichos con una expresión muy particular subrayando que "en esta cancha siempre pasa esto porque suponen que matoneando se achica a los rivales. La gente educada no hace estas cosas; por eso no tengo dudas en afirmar que son indios". Cuando se le nombró a Sanguinetti simuló no conocerlo y al identificarlo lo recordó súbitamente acuñando una respuesta concebida en estos términos: "Lo único que vi es que estaba discutiendo con dos de mis compañeros. Además, es muy pequeño para pegarme". CANCHA DEL “LOBO" FUE UN CUADRILATERO El estadio de Gimnasia, que debía ser escenario de un espectáculo deportivo, terminó convirtiéndose en algo así como un cuadrilátero de boxeo en el que los protagonistas mostraron sus cualidades con los puños. El partido estaba a punto de concluir. Se jugaba el minuto cuarenta y cuatro y el equipo platense se imponía por tres a dos. En ese instante fueron expulsados Guillermo Sanguinetti y Mauricio Pellegrino, por agredirse mutuamente. – Los ánimos se caldearon, el defensor "tripero" se cargó de bronca e impotencia y el árbitro Guillermo Marconi marcó el final. Allí se observó cómo Sanguinetti les hablaba de mala manera a los futbolistas del equipo de Liniers, cuando éstos se retiraban del campo. De atrás apareció la figura de José Luis Chilavert quien le aplicó un golpe que hizo trastabillar al defensor uruguayo. Inmediatamente se armó la de San Quintín. Los primeros en reaccionar fueron los suplentes de Gimnasia, luego saltaron a la cancha tres particulares y uno de ellos, vestido con una remera gris, le aplicó un golpe de atrás al arquero de Vélez. Este se defendió y comenzó a recorrer el camino que lo trasladaría al camarín visitante. Pero tras la manga, lo estaba aguardando un nuevo foco de violencia en la boca del túnel. Allí estaban Claudio Galvagni y el “Pícaro" Fabián Fernández y en el acceso a los vestuarios hubo piñas que hicieron rememorar las mejores noches del Luna Park. Esa situación hizo retroceder a Chilavert, quien volvió al campo de juego con varios perseguidores detrás. El marcador de punta de Vélez Raúl Cardozo fue agredido por un particular que vestía una campera verde, aunque éste luego fue atacado por varios uniformados. En otro sector se observó a Hugo Guerra y Claudio Husaín repartiendo y recibiendo; Roberto Trotta fue uno de los más buscados-lo odian porque jugó en Estudiantes-y Sergio Dopazo, que había sido expulsado se prendió en la reyerta. Por su parte, Carlos Bianchi y Roberto Perfumo intentaron acabar con la batahola, pero solo recibieron golpes y el entrenador de Vélez un proyectil que le produjo un corte en la cabeza. Una vez controlados los más exaltados, los futbolistas se dirigieron rumbo a los vestuarios, con excepción de Chilavert, que permaneció con una fuerte custodia en un costado del terreno de juego. PARA VELEZ NADA ESTA ESTA PERDIDO Y POR ESO GANA Puede ser es muy probable) que Vélez-el equipo que ganó, en todos estos años más partidos en los últimos minutos-tenga una mayor cuota de suerte mayor a la que poseen muchos de sus rivales. Puede ser, es cierto. Pero también es verdad que Vélez, protagonista de todo lo que juega, no triunfa agónicamente sólo por casualidad. Vélez, ante todo, se propone ganar. Y deja la vida para conseguir el objetivo. Tanto arriesga que queda -como ayer contra Español-a merced del oponente. A Vélez no le importa demasiado quién está enfrente. Ni siquiera se fija en quiénes se ponen su camiseta. No le da bolilla, por ejemplo, a que faltan Posse, Pandolfi, Asad y, medio lesionado, Patricio Camps. Cambian los nombres (en este caso Cordone, Compagnucci) pero se mantiene el estilo: para ganar hay que meter goles y, luego, impedir que el rival llegue a concretarlos. Vélez no tiene muchas ideas. Al contrario, está en una de sus noches menos inspiradas más, así y todo, mete a Español contra su arco. Las situaciones de gol no abundan. La defensa visitante rodea a Campagnuolo y cierra todas las vías de llegada a él. Entrar al área de Español es casi un imposible. Empiezan a caer los centros. Comienzan a sumarse, uno tras otro, los remates desde media y larga distancia. Su juego no es muy claro. Por momentos llega a ser torpe pero una premisa -buscar todo el tiempo el pasaje a la victoria- se mantiene inalterable en el partido que juega el cuadro local. “Fue tan obstinado que atacó una y otra vez hasta lograr la victoria en el final” El gol del triunfo se asemeja al rendimiento de Vélez: impera la confusión y en el último toque, casi al final del partido, se quiebra una paridad que existía, desde hacía rato, nada más que en el resultado. Meterse en Españoles dar vuelta una página e ingresar, de lleno, en otra bien distinta. Su rival -ya lo contamos está jugado en ofensiva. Espacios hay, pelotas que quedan bollando en el medio sobran. Claro, falta la voluntad que sí tiene Vélez. Y eso, muchas veces, termina siendo fundamental para el destino de un partido. Estamos a 19 minutos del silbatazo final. Van, por ende, 26 del segundo tiempo. Español descubre que -de contra- se puede acercar a un Chilavert que hace y se hace” goles pero, después de eso, se asusta con la chance y decide quedarse cerca de su arquero. Sale Martellotto (volante ofensivo) y entra Corpache, un defensor. El cambio pone en blanco sobre negro las intenciones de Roberto Rogel: el punto lo conforma, no quiere lola con otras cosas. No se anima a poner otro hombre de ataque (en el banco estaba el veterano Walter Parodi) y su equipo pierde lo poco que le quedaba de esperanza. A unos metros del banco de suplentes visitante está, parado como en todo el partido, Osvaldo Piazza. Mira la cancha y se da cuenta, por si le hacía falta, que Español ya no ataca y que sólo se limita, con uñas y dientes, a defender. Piazza mueve la estantería. Mete al menor de los Husain -Darío- y saca a Herrera, un luchador con escasa creatividad. Pasan los segundos, también los avances -ataques no, que quede claro de Vélez y los despejes de Español. Hasta que, en uno de los centros que llueve sobre su área, la defensa de Español no puede abrir el paraguas y queda mojada: el menor de los Husain mete su piernita, hace tronar a la tribuna local, inunda de alegría a Liniers y de resignación a la colectividad. Premio a la insistencia, por supuesto. Y además, por sobre todo lo anterior, reconocimiento para una forma de jugar por más que los nombres no sean los de siempre. Puede ser que la fortuna esté, casi siempre, de su lado. También que anda con estrella y que sus rivales, cuando lo enfrentan, suelen terminar estrellados. Puede ser, todo puede ser. Lo único cierto-hasta que aquello sea comprobable- es que Vélez, respetando su forma de jugar, sigue ganando y asustando a los que están arriba suyo. Renunciaron al Estilo Para Osvaldo Piazza no cabía otra posibilidad: “Hoy -por ayer- teníamos que ganar o ganar”. Vélez necesitaba los tres puntos para ponerse a cuatro del puntero Ñuls. Otro resultado le hubiera quitado un elevado porcentaje de chances de alcanzar un nuevo campeonato. Por eso el entrenador del equipo de Liniers respiró aliviado cuando Aníbal Hay marcó el final del encuentro aunque reconoció que no se jugó bien. “Estoy convencido de que renunciamos al estilo de Vélez pero teníamos que ganar para seguir soñando. De todas maneras, quiero aclarar que si no jugamos bien, no podemos salir campeón”. Con la tranquilidad que lo caracteriza, Piazza enumeró los diferentes aspectos sobre los cuales deberán trabajar para recuperar el nivel que distinguió a este exitoso conjunto. “Tenemos que mejorar en llegada, circulación y en conquistar la pelota mucho antes. Todo esto se consigue recuperando la condición física. Pero este equipo viene de realizar un enorme desgaste producto de los numerosos compromisos que debió afrontar. No nos olvidemos que hace poco también estábamos disputando la Copa Libertadores”. Cree que los cambios fueron correctos, vitales para sacar adelante el encuentro ante Español. “Lo de Darío Husaín fue muy bueno porque tuvo contundencia y terminó haciendo el gol del triunfo. Con Camps ganamos en movilidad; incluso terminó generando tres situaciones clarísimas”. De repente le brillaron los ojos cuando le consultaron si estaba orgulloso por la cantidad de futbolistas de Vélez que fueron convocados para la selección nacional. “Me gusta que el jugador de Vélez sea llamado y de esa manera, que se siga cotizando. Espero que esta vez, alguno de ellos tenga la posibilidad de jugar y mostrar sus condiciones con la casaca celeste y blanca”. Piazza lamentó la ausencia de algunos valores, entre ellos Flavio Zandoná, a quien el Tribunal de Disciplina de la AFA sancionó con cuatro fechas de suspensión. “Me pareció exagerado. Habría que ver el grosor del insulto que derivó en su expulsión. Pero ya está, no voy a llorar porque es imposible que le achiquen la pena”. El Paraguayo los Tiene de Hijos ¿Héroe y villano a la vez? Para él, no. Un golazo de tiro libre sirvió para sacar la conclusión de que José Luis Chilavert tiene de hijo a Español -ya le había convertido uno hace dos años-. Pero luego le hicieron uno en el que se mostró lento de reflejos. Sin embargo, el arquero paraguayo manifestó que no tuvo nada que hacer en el gol de Sergio Castillo, porque el tiro del marcador de punta se desvió en un compañero y lo descolocó. “No me lo comí porque rozó en la cabeza de Gómez y desvió la trayectoria del balón. Cuando haces un movimiento, es difícil reaccionar. Son accidentes del fútbol”. Sobre el suyo, el que puso por primera vez en ganancia a su equipo, comentó que “el arquero está para dar garantías a su equipo. Durante la semana estuve practicando tiros libres y por suerte se dio. Tal vez era más aconsejable darle por arriba de la barrera, pero son cosas que se deciden sobre la marcha. No me voy a cansar de repetir que éste es un plantel inteligente porque dio todo para ganar un partido difícil. Español se metió muy atrás y apostó al contragolpe. Pero no hay que quejarse porque ése es el juego que practican ellos. Lo importante fue que buscamos la manera correcta de romperlos defensivamente. Ganamos y estamos en la lucha con Ñuls, River, Colón e Independiente”. Chilavert cree que cumplió su ciclo en Vélez y por eso pide a gritos una transferencia. “La posibilidad está. Hablé con el presidente y quedamos en que vamos a analizar todas las ofertas”. DIEGO A. MARCOS
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Diciembre 2017
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