Chilavert es figura cuando tiene ganas. Se esperaban frases y conceptos sobre su brillante actuación en Jujuy, ante Gimnasia. Al final, sólo se rescató un “No hablo, no hablo” a cara de perro. Ayer, las agujas del reloj marcaban el mediodía en el aeroparque Jorge Newbery cuando asomo la figura del arquero de Vélez José Luis Chilavert. Con paso apurado, clavó la mirada en el primer taxi que encontró y lo tomo. Retirada a toda velocidad y ni una palabra más. Con la fuga guardó consigo sus festejos por el séptimo gol de tiro libre --el 27º en su trayectoria profesional-- y la satisfacción por un nuevo penal atajado, esta vez ante un coterráneo: el paraguayo Carlos Morales Santos. Un 10 mereció su rendimiento del último martes ante los jujeños, como confirmación de que en el actual torneo Clausura recuperó esa imagen de arquero imbatible de temporadas anteriores. Pero, ¿por qué Chilavert volvió a su mejor nivel este año tras haber decepcionado con su lentitud de reflejos durante varios meses? Fundamentalmente por sus oportunos raptos de motivación. Nada es casual. El Mundial está muy cerca y, obviamente, él no se lo quiere perder. Por eso, últimamente sus méritos se multiplican con la camiseta de Vélez. Tras el partido en Jujuy, todavía en caliente, se refirió a su verdadero objetivo con una frase: “A dos meses del Mundial me siento bárbaro y mi meta en Francia es ser figura y tratar de convertir un gol”. Atrás, muy en segundo plano quedó su deseo de dar otra vuelta olímpica con Vélez. Esta inyección anímica de apuro del paraguayo desempolvó varios de sus puntos a favor. Así, bajó de peso hasta conseguir una figura estilizada, abandonó en gran medida su perfil controvertido y no volvió a hablar sobre posibles transferencias a Boca o al exterior. Como consecuencia, en estos días ya nadie se mofa de su sobrepeso, tema obligado en el final de la era Piazza. No es noticia por ninguna pelea interna ni tampoco coquetea con un eventual club comprador. Es más, en este punto volvió a aferrarse a una de sus máximas: “Tengo contrato con Vélez hasta 1999 y pienso respetarlo”. Marcelo Bielsa había anticipado esta realidad exitosa del arquero en la recordada tormenta de verano. Allá por enero, el técnico protagonizó un conflicto con Chilavert que derivó en una áspera discusión. Luego de que se consumiera el Apertura '97 sin pena ni gloria para Vélez, en uno de los entrenamientos de la pretemporada, el técnico le dijo con ironía: “Seguramente, usted va a estar muy bien a la hora del Mundial”. Y no se equivocó en el vaticinio. Días después se produjo la reconciliación de Bielsa con Chilavert en una charla mano a mano y posteriormente se inició el proceso de recuperación del guardavalla --en un tiempo récord— hasta llegar al presente. En estos días a Chilavert se le entremezclarán los compromisos con Vélez y con el seleccionado que dirige Paulo César Carpegiani. Luego del partido con Colón y antes del cotejo con River por el torneo Clausura actuará en un amistoso ante Parma, en Italia, con el seleccionado guaraní. Con la participación en ese cotejo, Chilavert comenzará su recta final hacia su pretensión de consagrarse también en tierras francesas. De ofertas y cotizaciones ¿Cuánto valía Chilavert en su etapa más floja y a cuánto se cotiza ahora? Al titular de Vélez, Raúl Gámez, nunca le gusta hablar de cifras. Sin embargo, cuando Boca arremetió a mediados de 1997, el presidente fijó un precio de 4 millones de dólares. Ante las contraofertas de los popes Xeneizes, finalmente bajó las pretensiones a 3.600.000, pero la transferencia nunca se concretó. En aquella época, el arquero atravesaba un momento aceptable. Al frustrarse el pase, Chilavert decayó notablemente en su rendimiento y repitió a quien quisiera oírlo su deseo de alejarse de Liniers. Hoy, en Vélez, de la venta del paraguayo no se habla. Tampoco han aparecido pedidos firmes. Pero seguramente, los dirigentes del club se jugarían a reclamar unos 4 millones y medio de dólares. Más allá de cifras y ofertas, después de la perfecta actuación en Jujuy quedó confirmado que Chilavert sabe especular: seguirá mostrando su gran potencial siempre y cuando sepa que tiene un lugar en Francia '98. Mientras tanto, los simpatizantes de Vélez siguen gozando con las hazañas futbolísticas de su máximo ídolo, que por ahora está mostrando su mejor cara. ¿Qué pasará después? Con Chilavert nunca se sabe. GASTÓN SAIZ
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Diciembre 2017
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