José Luis Chilavert colgado del alambre, festeja el triunfo de Vélez al final del partido. Fue uno de los responsables de la clasificación de Vélez Sarsfield para la final de la liguilla. En los ciento veinte minutos los apellidos destacados habían sido, en el equipo de Liniers, Raúl Cardozo y Héctor Almandoz. Pero la tanda de penales tuvo a José Luis Chilavert como el principal protagonista -atajando dos y convirtiendo uno- de la clasificación de Vélez. —¿Por qué ese festejo tan efusivo del final, trepándote al alambrado y celebrando de una medida tan poco habitual? --Es que había quedado bastante dolido, al igual que la mayoría, por el campeonato que perdimos. Al margen que Newell's sea un muy buen equipo, pienso que se nos escapó a nosotros el título. Entonces tengo unas ganas enormes de tomarme revancha en esta liguilla. —¿Por qué discutías con Catalano en la serie de penales? Son distintas maneras de actuar y sentir el fútbol. Yo tengo la costumbre, siempre la tuve, de hablarle al delantero que me va a patear un penal. No les digo nada grave, simplemente trato de sacarlos de quicio. El pateador tiene una ventaja sobre el arquero en los penales. Diez por ciento es responsabilidad del que ataja, el restante noventa por ciento favorece al que remata. Por eso hablándole al que patea busco equilibrar las cosas. —¿Qué les decís? --Nada especial. Habitualmente les pido que me tiren a la derecha. Y el jugador duda, no sabe si le hablo en serio o en broma. Duda a qué punta pegarle. Es una carga psicológica que le tiro encima. ©CLARÍN DEPORTIVO
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Digitalizado porArchivos
Diciembre 2017
Categories |