También lo condenaron a tres meses de prisión en suspenso. Lo decidió un juez por los incidentes en un partido ante Gimnasia, hace más de dos años. LA PLATA.- Las crónicas retroceden hasta el 3 de abril de 1994, en la cancha de Gimnasia. Tras el partido que allí sostuvieron el local y Vélez, mientras los jugadores caminaban hacia el túnel que los comunicaría con el vestuario, José Luis Chilavert se trenzó con el utilero de Gimnasia, Fernando Castro Acosta. En realidad, por entonces pareció más un revoleo de trompadas que algo realmente grave. Error. El caso voló hacia la Justicia. Y ayer Chilavert se enteró de la sanción que le impusieron por el delito de “lesiones leves” y por haber violado la ley de violencia en espectáculos deportivos: tres meses de prisión en suspenso porque no tenía antecedentes e inhabilitación de trece meses para desempeñarse en cualquier actividad deportiva. En otras palabras, Chilavert no podría jugar, dirigir, ni nada que tenga que ver ni con el fútbol ni con cualquier otro deporte, por un año y un mes. Habían pedido un año y medio Sin embargo, por esas cosas de la Justicia, Chilavert seguramente actuará el domingo próximo ante Independiente, ya que su defensa apelará la medida y la condena quedará en suspenso. El magistrado que dicto la controvertida sentencia fue Ernesto Domenech, titular del Juzgado Criminal y Correccional No 12, de La Plata. Domenech no fue tan duro como lo pedía el fiscal de la causa, Octavio Sequeiros. Según solicito éste, Chilavert merecía dos meses de prisión y... un año y medio fuera de la cancha. Asad se salvo En el caso también se encontraba involucrado Omar Asad (le había pegado en la cabeza al utilero), pero como el juez no encontró suficientes pruebas para condenarlo, el delantero fue absuelto. A Asad, como a Chilavert, se le imputaban los delitos de “agresión y lesiones”. Y para él Sequeiros había pedido 45 días de prisión y 14 meses de inhabilitación para participar en cualquier espectáculo deportivo. Pe ro el magistrado desestimó la acusación. Una voz en el teléfono La suspensión de Chilavert causó conmoción, de eso no hay duda. Y tanto revuelo armó que, según confiaron fuentes indiscretas, el teléfono del despacho del juez no paró de sonar. ¿Quién lo llamó? No se supo de nombres en particular. “Pero fueron de altísimas esferas de la política”, confesaron. Se entiende, Chilavert es el personaje más famoso de Paraguay. Todos quisieron saber en qué estado se encontraba la causa. Algo lógico, si se tiene en cuenta que, en el caso de que la Justicia no cambie de opinión, el arquero no podrá jugar por un año y un mes. Queda un interrogante: ¿la condena también tendrá validez fuera de la Argentina? Un dato: por lo general, la FIFA acata las decisiones de cada país y refirma las sanciones para todo el mundo. Ergo, Chilavert no podría jugar oficialmente durante todo ese tiempo en ningún rincón del planeta. “Me condenaron porque soy paraguayo” “Me condenaron porque soy paraguayo y tengo éxito”. José Luis Chilavert no sabe de medias tintas. Para él, quien no está de su lado es su enemigo. Así, sin vueltas. Por eso ayer arremetió contra la Justicia argentina “Voy a dar guerra contra todo y hasta el final. Si me inhabilitan, voy a otro lado. Igual, ahora voy a apelar, aunque todo esto es muy raro. Regresé de mi país después del partido por las eliminatorias y veo que la Argentina es un país maravilloso, pero su Justicia no”, disparó el paraguayo. Si bien no lo dijo directamente, dejó entrever que entiende el fallo como una represalia por el gol de tiro libre que le convirtió a Burgos el domingo último: “Si le hice un gol de tiro libre a la Argentina, bueno... yo voy a dar todo por mi país”. En los pasillos de Vélez dos palabras se escucharon de demasiadas bocas: “inédito” y “sospechoso”. Por ejemplo, Norberto Scipione, secretario del club, señaló: "Me resulta muy llamativo que justo sea Chilavert el primer jugador suspendido por esta ley. No sería descabellado que José Luis se sienta atacado por su nacionalidad" La ley del deporte debutó con ruido ¡Vaya debut que tuvo la ley del deporte! Como primera medida aplicada a un protagonista, José Luis Chilavert, el jugador de moda, recibió una sanción durísima: trece meses sin pisar el césped. Suena a una eternidad. Pero, aunque parezca una locura, en términos legales la condena es leve, porque se aplicó una pena cercana al mínimo legal previsto. Ahora bien: ¿cómo es esto de que un juez inhabilite a un deportista por haberse peleado con un tercero?, se preguntará la gente del fútbol. Primero, una obviedad: si la Justicia lo dispuso es porque una norma así lo prevé. La ley de violencia en espectáculos deportivos -ley 24.192- está en vigor desde marzo de 1993, cuando se la conoció como ley De la Rúa. Se aplica cuando los delitos que se juzgan se cometen “con ocasión o con motivo de un espectáculo deportivo”. Justo el caso de Chilavert. Las lesiones por las que se lo condenó se produjeron poco después de un encuentro entre Vélez y Gimnasia. Con eso alcanza para encuadrar el caso dentro de la ley en cuestión. Las razones del juez Para tomar la decisión, el magistrado aplicó como adicional a la pena de tres meses de prisión en suspenso- la accesoria prevista en el artículo 10 inciso b de la norma, que prevé la “inhabilitación de uno a quince años para desempeñarse como deportista, jugador profesional, técnico, colaborador, dirigente”, y unos cuantos etcéteras... ¿Qué pasos seguirá Chilavert? El representante del paraguayo, Oscar Tubio, y el abogado Juan Carlos Dillon se escudaron en que aún quedan tres instancias judiciales para que se revierta la situación. La sentencia será apelada y pasará a la Cámara. En caso de ser confirmada, en teoría puede ser nuevamente apelada, en esta ocasión ante la Suprema Corte bonaerense. Y como última opción, siempre queda la instancia de la Corte Suprema de la Nación. De cualquier manera, hasta tanto no haya sentencia firme, Chilavert seguirá atajando y, por qué no, pateando tiros libres y penales. LAURA ZOMMER
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Diciembre 2017
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